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Me desperté sintiendo mi garganta arder y frote mi cuelo un par de veces antes de levantarme. Mi visión seguía borrosa por las lágrimas que no quería mas que olvidar que lloré. Camine fuera de la habitación hasta el baño de la casa de Michael.

Me quede de pie por un rato mirando mi reflejo. Era un puto desastre.

"¿Estas bien amigo?" Oí a Michael preguntar a mi derecha. Me voltee a verlo apoyado en el marco de la puerta. Era como si hubiera aparecido de la nada y me preguntaba hace cuanto estaba ahí parado.

"Si," Dije con una pequeña sonrisa débil. "Gracias por todo... Necesitaba dejarlo salir." Trate de reír, pero ningún sonido salió.

Michael asintió como entendiéndome y volvió a su habitación.

Luego de prepararme para el día, decidí conseguir una pluma y finalmente hacer lo que debería haber hecho hace semanas. Con Michael como mi testigo, firmé lis papeles del divorcio. Me llevó mas de lo esperado leer la letra chica y a todo lo que estaba de acuerdo.

Ella no quería mucho. En verdad, todo lo que quería era el dinero suficiente para comprar un boleto de avión a casa y me dejaba el resto a mi. Creo que si era todo mio para empezar, pero pensé que ella iba a querer quedarse con algunas cosas. Quizá guardaban muchos recuerdos.

Con un suspiro, deje la pluma en la mesa, sin dejar de mirar los papeles frente a mi. Michael me dió una palmada en la espalda de apoyo y me dejó solo.

Me quedé en silencio por un largo tiempo. Era extraño pensar que había pasado de estar casado sin saberlo a enamorado a divorciado en poco tiempo. Ese no era el orden normal de las cosas, pero me recordé a mi mismo que esta no era una situación normal.

Trate de recordarla. Trate de recordar nuestra primera cita y nuestro primer beso y nuestra primera vez... Pero ya no importaba. Yo estaba perdido y ella estaba perdida y este matrimonio estaba perdido. Nada tenia sentido, incluso cuando trate tan jodidamente duro de hacerlo funcionar.

En el proceso de arreglar las cosas, me enamoré de ella. Sentía que tenía que ser así por lo sueños y recuerdos y la manera en la que la sentí mirando el video de nosotros, pero parece que todo estaba en mi mente. Fue todo un truco de mi cerebro haciéndome creer que podía hacerlo funcionar.

Nunca debí haber intentado.

Me deshice de mis pensamientos y ordene los papeles que estaban sobre la mesa. Era hora de llevarle todo a su abogado. Es decir, podría habérselos mandado por correo, pero eso tomaría tiempo y algo me decía que mi tiempo se agotaba.

Mike se ofreció acompañarme a la oficina, pero me negué. Siempre estaba para mi, y lo apreciaba, pero necesitaba hacer esto solo. Además, me estaba acostumbrando a conducir solo y tranquilo. Quería estar sin nadie más que mis pensamientos.

Abrí las desconocidas puertas de la oficina de abogados con la carpetilla en mis manos. Con cada paso se sentía mas pesada.

Mire a mi alrededor, algo sorprendido por su extravagancia. Todo estaba ambientado en dorado con unas gárgolas extrañas algo altas para estar dentro de un edificio. Había pisos de madera negra que hacían eco con cada pisada.

El escritorio de recepción parecía algo fuera de lugar en una esquina de este exageradamente decorado interior. Era marrón y simple con un par de papeles sobre el. La mujer sentada en la silla me dió la espalda mientras buscaba algún papel en los cabinetes al mismo tiempo que atendía a alguien en el teléfono.

Todo un poco y ella se volteó a recibirme. "Oh hola, estaré con usted en un moment... ¿Ashton?"

"¿Aislynn?"

Cubrió el teléfono con su mano y bajó la voz. "¿Que haces aquí?"

Sin ganas le mostré la carpetilla en mi mano. "¿Que haces tu aquí?"

Puso los ojos en blanco y señaló la oficina. "Trabajo aquí. No importa, espera un segundo." Terminó rápido la llamada, diciéndole a la persona que no tenia los documentos que buscaba. Luego
de colgar, su atención volvió a mi.

La miré algo incomoda sin saber como continuar. Ella sabía que estaba en medio de un divorcio, pero no quería contarle los detalles. Bueno... Michael seguro le dirá todo después pero igual. "Yo, uh... vine a ver a Deán Selleck"

"¿Por que quieres ver al Sr. Selleck?" Respondió a la defensiva.

"¿Porque me estoy divorciando...?" Cuestioné, algo confundido por su reacción.

"¿Que? Creí que tu y Gabs estaban arreglando las cosas y eso..."

"¿Acabas de llamarla Gabs?" Ni siquiera sabia que ella conocía a mi esposa. Menos que la conocía lo suficiente para llamarla Gabs.

"Bueno si, yo... Es decir, la conocí y ella um..." Se enredo con sus palabras sin encontrar sentido a sus oraciones. "Escucha," Finalmente dejo de parlotear. "Solo sientate aquí, te traeré agua y veré donde esta Dean."

Trate de decirle que no quería agua, pero no me escuchó y me hizo sentarme en silla en la entrada. Momentos mas tarde me lanzo una botella de agua.

¿Que diablos?

Decidí darle el gusto y tomé un par de sorbos de la botella mientras ella iba a buscar al abogado de Gabby. Volvió sola y yo dejé salir un suspiro. Me pregunto si fue a buscar al abogado o lo fingió por mi.

"Esta en una conferencia. Dijo que puede verte en una cita mas tarde, si quisieras arreglar un día." Sonaba algo ensayado.

"Mira," Razone con ella. "Solo necesito darle esto. Quizá tu puedas pasárselo por mi." Le tendi los papeles y ella los miró con asco como si fueran u a pila de mierda.

"No, preferiría si tu se los das en persona. Quiere decir, se supone que tu abogado haga eso... ¿Lo sabes verdad?"

Sacudí mi cabeza. "No es como si hubiera pasado por varios divorcios antes," bromeé "pero me estoy representando a mi mismo. No quiero que sea un proceso largo, solo quiero que termine."

"¿Estas cansado?" Aislynn cambio te tema de la nada.

Casi me río ante su repentino cambio. "¿Que? No, no estoy cansado yo..." Hablé mientras ella se acercaba a mi.

"Hmmm luces algo caliente." Notó

¿Que luzco que?

Estiró su mano para tocar mi cara pero me alejé. ¿Que carajo estaba haciendo?

"Ashton, dejame ver si tienes fiebre o algo. Quedate quieto."

Seguí alejándome de ella. Actuaba como loca. "Aislynn, que estas" Pero en cuanto sentí su mano en mi frente, todo se volvió negro.

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