La Leyenda del Héroe.

Quiero respuestas.

Me encerré en mi habitación, y no me permití llorar, debo ser fuerte...Link se comportó de la peor manera posible, incluso siento que no es él ¿Qué ocurrió? No me apetece verlo y mucho menos hablar con él. Me tiré sobre mi cama boca abajo, casi dejándome sin aire, todo fue tan rápido ¿Fue mi error? ¿Debí haberme mostrado más paciente con él? Me encontraba perdida en mis sábanas y pensamientos hasta que oí unos leves golpes en mi puerta.

-¿Quién?-Musité con frialdad, sin recibir respuesta, más golpes.-¿QUIÉN?-Repetí un poco molesta, y nuevamente mi 'respuesta' fueron más golpes en la puerta.

Me levanté de la cama, me miré al espejo y comprobé que no se me notara toda la ira y tristeza que tenía.

-¿QUÉ?-Abrí la puerta y vi a mi hermano mirándome con preocupación.

-¿Link se fue?-Aquella pregunta me cayó como un golpe que hizo que algo dentro de mí se hiciera pedazos.

-Supongo...Ahora vete, quiero dormir.-Traté de sonar lo más indiferente posible, e intentando cerrar la puerta.

-Espera Zoe qué tal si vam...

-No Lein, por favor vete...-Interrumpí.-Hoy fue un día muy largo y quiero descansar.

Mi hermano me miró cabizbajo dispuesto a irse, cerré la puerta y le di la espalda.

-Espera...

-Esa voz...Link.-Pensé.

-Escúchame Zoe...Lo lamento no sé que ocurrió, pero debo irme...Solo.

¿Solo? ¿Qué es esto? ¿El día de destruir a Zoe? No dije nada.

-Espero no estar hablando con la puerta...-Murmuró sarcástico.

-Te escucho...Comprendo que quieras ir sólo, pero yo quiero regresar a Hyrule...Lo prometiste.-Emití con una voz apagada.

Link suspiró.

-Lo sé, pero...

-¿Pero qué? Hablas como sí fuese a pasar algo terrible...-Su silencio se hizo presente.-Bien, vete, no me importa regresar sola.

-Espera,podrías...¿Podrías abrir la puerta?

-¿Para qué? Mientras menos te vea, será menos duro.

-Por favor ¿No crees que también es duro para mí?

Abrí la puerta y empecé a reírme.

-Vaya, esto parece una crisis matrimonial ¿No?

Link se sonrojó y sonrió.

-Con que matrimonio ¿He?- Sonrió con picardía.

-¡Tonto!-Le di un golpecito en el hombro.-No digas boberías...

-Me acabas de romper el corazón...-Emitió triste, pero a tono de juego.

-Tranquilo, tienes muchos ¿O me equivoco?

-Haz roto todos los que tenía ¿No te sientes mal?-Exageró.

-Para nada.-Le sonreí, y antes de que dijera cualquier cosa lo abracé, él correspondió a mi abrazo y nos quedamos así un rato.

-¿Eso significa que no estás enfadada, verdad?-Preguntó.

-Tú ganas, sabes que es difícil que me enfade contigo rubio.

-¿Rubio? Nunca me habías dicho así.-Me miró sorprendido.-Por un momento me recordaste a Lein... No vuelvas a llamarme así, por favor.

Reí mirándolo con intriga