Capítulo 6: ¿Es amor?

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POV Nick

Había pasado unas semanas desde entonces. Caminaba por las calles de la ciudad con la mirada gacha. No tenía ganas de hacer absolutamente nada... 

Se me hace raro no tener a esa conejita a mi lado, hablando sin parar mientras yo miraba mi móvil. ¡Agh! Cómo me arrepiento de no haberle hecho caso en esas ocasiones. Aún así, me encanta estar con ella y eso es lo único que necesito en estos momentos. 

Me dirigía al hospital de Zootopía, a visitar a Judy. Cada vez soporto menos verla conectada a todos esos cables y ver su cara serena y dormida en un sueño del que había posibilidades de que no despertara. Preferiría verla enfadada, y ver como se le mueve esa nariz de conejito tan graciosa.

La expresión indiferente de mi rostro se volvió una de desagrado al ver al novio de Judy sentado frente a su camilla. Sé que tiene derecho a verla también, pero, ¿por qué teníamos que coincidir? me disponía a salir de la estancia cuando ese conejo giró sus orejas hacia mí. Me había escuchado. Entonces giró su cara hacia mí y me saludó con su pata. Yo le dediqué una sonrisa forzada y me giré para salir. 

—Espera —me paró. 

Entonces,me volví hacia él con una expresión tranquila.

—¿Qué pasa?

—No tienes por qué irte —me dijo con un tono débil. Luego añadió—: Escucha, sé que no te caigo muy bien. 

Yo me quedé callado y me limité a mirarle. ¿Entonces lo ha notado? Creo que fui demasiado obvio...Aunque me da igual que lo sepa.

Como vio que no respondía, dijo:

—No te voy a juzgar. Sé que eres el mejor amigo de Judy y estás preocupado por ella. Pero te prometo, que no le voy a hacer ningún daño y procuraré que sea la coneja más feliz del mundo. Nunca permitiré que derrame ni una sola lágrima y la haré reír a todas horas. 

Yo seguía sin darle respuesta y sólo le miré con neutralidad. ¿Es que no ve que ese no es el problema? Bueno, es cierto que también me preocupo por eso, y que a aquel que le haga daño, yo se lo haré a él pero triplicado. Pero también está el problema de que amo a esa coneja... 

—Nicholas... No puedo impedir que me odies, eso está claro. Pero ojalá que pudiéramos ser amigos, creo que nos llevaríamos genial... Y eso haría feliz a Judy, ¿no crees?

—Supongo...

—Los dos queremos lo mejor para ella, y no quiero que te sientas apartado. Ella te aprecia mucho, ¿sabes? no para de hablar de ti. Y con todo lo que me cuenta, sé que eres un buen animal y que me encantaría ser amigo tuyo... Ojalá me dieras una oportunidad.

Yo suspiré, pensativo. No me gusta odiar por celos a nadie, es algo que me hace sentir más pequeño, indefenso y débil. No es un mal conejo, lo sé. Los celos me cegaron. Quizás debería darle una oportunidad, al fin y al cabo no le puedo pedir a Judy que deje de quererlo. Ella será más feliz si nos llevamos bien. Y como ha dicho él, yo también quiero lo mejor para mi amiga. 

Intentaré tragarme mi orgullo y calmar mis celos. De todos modos, no creo que estén juntos para siempre...

¿No?...

—Nick —dije—, puedes llamarme Nick. —Le tendí la pata y estreché la suya, en un gesto de paz y amistad. 

El conejo sonrió y asintió, satisfecho,

—Gracias, Nick.

— ¿Crees que despertará pronto? —pregunté. 

—No lo sé, pero sé que ella es fuerte y saldrá de esta —me respondió, a la vez que bajaba las orejas. Ni él estaba seguro de si despertaría —. ¿Sabes? ya mismo me iba a ir de Zootopia para volver a mi hogar. Pero creo que me quedaré un tiempo más. Quiero ver a Judy cuando despierte, y estar con ella más tiempo... —contó. Yo sólo asentí. 

Preso de un amor prohibido (Nicudy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora