Capítulo 18: depredador

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POV Judy

No sé en qué momento perdí la consciencia. Lo último que recordaba era escuchar una voz demasiado conocida. Una voz que solo oí una vez, pero que se había clavado firmemente en mí. Tras eso, unas garras me atraparon y yo estuve algo débil como para luchar, por mi escaso entrenamiento desde que terminó mi relación con Nick, y por que además me pilló desprevenida. Antes de que mi vista se nublara recuerdo que me inyectó algo en mi piel y que se tuvo que tratar de un somnífero porque me empezó a entrar un sueño infernal.

Mi mente viajaba lejos de mi cuerpo, únicamente recordando trozos borrosos de lo que había pasado, que no paraban de revolotear por mi mente. En ese instante escuché la voz de Nick y la seguí. Me encontré con sus ojos color verdes profundizando en mi mirada y yo corrí hacia él para abrazarlo casi instintivamente. Obviamente estaba soñando, pero se veía demasiado real, demasiado perfecto. Me sonreía con ternura y me secaba las lágrimas que se habían formado en mí. No quería despertar, estaba demasiado bien en sus brazos. Pero pasó.

Me desperté en una jaula estrecha y claustrofóbica, en una habitación oscura en la que solo había la tenue luz de la luna que se filtraba por una enorme ventana en el techo. Cuando mi vista fue mejorando, vi que me encontraba en una especie de almacén abandonado lleno de cajas vacías de madera y otras cosas, un lugar espacioso en el que se oía un leve murmuro de ruidos que no supe identificar.

—¿Judy? 

Aquella voz me sobresaltó. Reconocí aquella tímida y dulce voz enseguida. Fue alguien muy importante para mí, que me hizo feliz, y que pensé que jamás volvería a ver. Me torné hacia de donde procedía esa voz y vi que a mi lado había otra jaula del mismo tamaño que la mía, y dentro de ella unos ojos verdes me observaban.

—¿Bob?

¡Era Bob! "¿Qué hace aquí?"  me dije. Él se fue a BunnyBurrow hace ya tiempo, pensé que jamás iba a volver."¿Por qué está aquí ahora? ¿y por qué lo han secuestrado?"

Todas esas preguntas pasaron ante mí rápidamente.

—¿Qué haces aquí, Bob?

—Me han tenido de rehén para sacarme información sobre...ti —aclaró con una voz rota y de pena—, les tuve que decir dónde vivías...

—Pero, ¿quién?

—Veo que te has despertado —irrumpió otra voz en ese momento. Giré mi cabeza hacia aquel animal y mi mente hizo flash de nuevo

—¡Sheila! —pronuncié sorprendida.

—Sí, bonita. Soy yo. ¿Me echabas de menos?

—¡Sácanos de aquí ahora mismo si no quieres que te detenga!

—Uy, uy, oficial Hopps. Si no me equivoco, usted está en una sanción.

Odiaba que tuviera razón. No tengo poder ahora mismo, y si lo tuviera no podía hacer nada ni pedir ayuda en ese momento. Me sentía tan inútil en ese momento que podría haber gritado de frustración, pero me retuve.

—¿Qué quieres, Sheila?

—Me quitaste a Nick.

—Nunca te perteneció —le recordé con tono serio. Ella soltó una risa extraña.

—Él fue mi amigo de la infancia, ¿sabes? Yo estuve con él apoyándole y secando sus lágrimas en todo momento, yo fui su única amiga, la única que no lo criticaba. Fui su hombro donde llorar y la que le daba fuerzas para seguir adelante. Lo perdí de vista cuando murió su madre, y ahora que lo vuelvo a encontrar,aparece con una tonta coneja que le ha cambiado completamente. Enamorarse de una coneja...¿quién hace eso aparte de otro conejo?

Preso de un amor prohibido (Nicudy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora