Preso de un amor prohibido (Nicudy)

Capítulo 14: Mírame

POV Judy

Removía el café lentamente, sumergida en mis pensamientos.

Aún dolía. Dolía tanto como si hubiera fallecido un ser querido mío. Sentí que había muerto una relación, un futuro... una promesa. La promesa que hice. 

No me di cuenta de que el café ya estaba más que frío, pero yo seguía removiéndolo como si mi cuerpo solo supiera hacer eso. Como si intentara que ese movimiento ayudara a solucionar los problemas, lentamente, al mismo ritmo que la cuchara.

Pasó una semana desde que encontramos a la nutria completamente congelada y sin vida.

Pasó una semana desde que el corazón de Ana Badger se rompió para siempre, para no volver a poder recomponerse, eterna herida, eterna compañera.

Pasó una semana desde que mi ser solo busca venganza y justicia.

Esperamos a decírselo a Ana cuando ya hubo salido del hospital. Una enorme cicatriz se había abierto en ella y ahora sólo quería vengar a su pobre Murray, a quien habían abandonado a su suerte en las frías afueras de Tundratown, por amar a alguien de distinta especie. Por no ser "normal" por ser "antinatural" por ser diferente a lo que la sociedad considera correcto. Por injusticia.

Ana, dispuesta a vengarlo, fundó una nueva asociación, llamada "asociación vigentista", que defienden los derechos de los animales de querer a quién deseen, y les da protección a las parejas interespecie. Muy pronto, la asociación empezó a crecer, llegando a unos treinta miembros ahora, y comenzó una guerra entre tradicionalistas y vigentistas. Las parejas interespecie ahora estaban peor vistas que antes, a pesar de que muchos se unieran para protegerlas. La pobre Ana estaba dolida y con ansias de venganza, y la comprendo...

Los culpables no fueron encontrados. Se esfumaron con el viento y el frío, como si no hubieran existido jamás. Lo único que demostraba su existencia eran las dolorosas huellas que habían dejado en muchos.

A Nick y a mí se nos borró la felicidad que teníamos. Habíamos fallado, y todo esto se estaba descontrolando. Todos veían que nuestro carácter se había endurecido un poco, pero todo era para ocultar las heridas y para evitar que se descubra lo nuestro, o sufriremos más. Aún así, Nick intentaba hacerme reír de vez en cuando, pero menos que antes. Seguimos siendo pareja, pero ahora tenemos miedo. Yo siempre dije que a lo único que había que tenerle miedo es al propio miedo, pero esta situación es demasiado, nos nubla, nos encarcela. El zorro y yo cuidamos más nuestro secreto, como si se tratara de algo frágil y fácil de romper... Nos encerramos en una burbuja huyendo del resto del mundo. Era bastante agotador. Nos sentíamos como atrapados en casa, sin poder expresarnos nuestros sentimientos cuando salíamos a pasear... No éramos muy felices así. Era como intentar ocultar heridas en el rostro, como ocultar emociones y hacer permanente miradas neutras y frías que esconden miles de pensamientos. 

—Judy, le vas a herir los sentimientos al café por no bebértelo ya.

—No tengo ganas de café... Tómatelo tú si quieres... —respondí.

Nick posó su pata sobre la mía y me miró a los ojos. Sus patas son tan suaves, tan cálidas y tan seguras...

—Zanahorias, yo también me siento mal... Pero no lograremos nada así.

—Lo sé, Nick. Pero ¿y que hacemos? Ya no sé que hacer para parar esto.

—Tenemos que ayudar a Ana con su asociación, si todos logramos que pongan una ley de protección a las parejas interespecie, creo que todos se calmarán un poco.

—Somos policías, no podemos ponernos de parte de uno o de otro. O los tradicionalistas se enfadarán.

—Ellos me dan igual, Zanahorias —manifestó con una voz firme. Entonces me cogió la pata—. Quisiera poder caminar de la pata contigo por los parques, llevarte a donde sea y abrazarte delante de todos, y demostrarles...en fin... ya sabes... que te quiero...