Cuando un nuevo día nacía en la ciudad de Zootopia, aún se escuchaba el profundo silencio que consumía las calles. Había un ambiente extraño por todo lo que estaba sucediendo, y muchos querían despertar de aquella pesadilla sin fin. Nick y Judy se encontraban dormidos, refugiados de los rayos del sol en los brazos del otro. Los sueños los habían arropado durante la noche y los había hecho descansar de los problemas que los acechaban. Pero por desgracia, ese estado no duraría siempre.
El tono de llamada del móvil de Judy empezó a sonar impaciente e insistente, irrumpiendo en los profundos sueños de ambos, y arrancándolos de sus mundos interiores.
—Déjalo que suene, ya se cansarán —propuso Nick con voz adormilada—, no sé porqué llaman tan temprano un día de descanso.
—Tengo que cogerlo, zorro bobo.
—Pero entonces tendrás que hablar y ya no podré seguir durmiendo.
—Eres un perezoso, ¿sabías?
—No, soy un zorro. Flash es un perezoso —dijo, con voz divertida.
—Ja-ja —expresó Judy, antes de contestar al teléfono —. ¿Jefe Bogo? ¿Qué ocurre? Hoy no nos toca trabajar...
Las orejas de Nick se tensaron en ese instante y pusieron atención. ¿Qué quería su jefe tan temprano y un día libre? El zorro se estirazó para desvanecer los últimos residuos de sueño y miró a Judy, quien se había puesto algo nerviosa.
—¿Ahora? Pero, ¿para qué? ...Está bien, ahora vamos.
—¿Ir dónde?
—Bogo dice que debemos ir a su despacho ahora, que tiene un asunto importante que tratar con nosotros...
—¿Ese búfalo no se puede estar quieto por una vez? Mira que despertarnos tan temprano para eso...
—Venga, tenemos que ir, Nick. Parece importante... Y no quiero hacerle enfadar más de lo que parece que está.
La coneja dio un salto de la cama y tiró de la pata de su novio para que se levantara, pero no pudo moverle del sitio. Nick esbozó su típica mueca pícara.
—¡Nick, arriba! —le exigió.
La coneja lo besó con fuerza y con cariño y por fin Nick, tras un gruñido de pereza, se levantó también. Ambos se prepararon para salir y desayunaron un poco. Mientras comían, el teléfono de Judy volvió a sonar. Esta vez eran sus padres. La coneja contestó a la llamada.
—¿Mamá? —respondió—. ¿Por qué llamas ahora? ¿L-las noticias? Pero...
—¿Judy? —pronunció él. Ella puso el teléfono en altavoz.
—A ver, jovencita —habló ahora su padre—, nos debes una explicación.
—Cariño... ¿Hay algo entre tú y ese zorro? —interpeló su madre con un gran temor.
—Yo... ¿Podemos hablar esto en otro momento?
—De eso nada —negó su padre—. ¿Por qué no nos cuentas las cosas, Judy? ¡Te puede pasar algo! ¿Así como te vamos a proteger? Están maltratando a las parejas diferentes y extrañas, no quiero que te pase. ¿Y qué hay de ese zorro?
—¿¡Diferentes y extrañas!? —La conejita respiró hondo ante aquel comentario, para intentar tranquilizarse—. Papá, no soy una niña... Y ni Nick ni nadie me van a hacer daño... ¡No podéis seguir controlando mi vida!
—Cielo, tu padre solo se preocupa por ti.
—¡Ese zorro te está cambiando! ¿Por qué te enamoraste de alguien de distinta especie?
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Preso de un amor prohibido (Nicudy)
FanfictionTodo cambió para Nick Wilde cuando se dio cuenta de los sentimientos que se despertaban en su interior sobre su mejor amiga Judy. Deberá enfrentarse a esas emociones de las que teme, tendrá que luchar por ella y contra la sociedad, pues son de difer...