Capítulo 9: huida

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POV Nick

Las luces se apagaron, excepto la de la sala de arriba, cuyo brillo era bastante tenue. Esperé un rato con una gran impaciencia.

Escuchaba a los demás depredadores lamentándose. De vez en cuando venía alguno de los malos a mandarnos callar de una forma violenta. Les daban un buen golpe, cosa que les callaba de momento. Pero yo oía como seguían llorando en voz baja. Tranquilos. Ya os vamos a rescatar. 

Pasaron una hora o dos, no estoy seguro, y el silencio se hizo en todo el lugar.

De repente, escuché como alguien se acercaba, pero no bajó las escaleras. Se quedó un buen rato sin hacer nada, y luego le escuché toser.

Era Judy. Había llegado la hora. 

Gracias a mi visión nocturna, pude ver la llave que tenía escondida. Me quité las cadenas y el bozal, intentando hacer el menor ruido posible y metí la llave en la cerradura con sigilo. Me costó un poco, pero cedió y pude abrir la jaula.

Los demás animales se dieron cuenta de que me había liberado, y me pedían ayuda con desesperación. 

—¡Shh! —los callé. No podían descubrirnos.

Uno a uno, fui liberando a los demás. Había nutrias, tigres, zorros, lobos, leopardos, osos y algunos más. Esta asociación tan cruel se la había jugado a un montón de animales inocentes. Les quité las cadenas y los bozales y me lo agradecieron profundamente mientras temblaban y lloraban. Por suerte no había muerto nadie. 

—Mi amiga está arriba esperándonos, no debemos hacer ningún ruido. ¿De acuerdo? —susurré. Ellos asintieron 

—Seguidme —les pedí.

Les dirigí hacia las escaleras, y la subimos poco a poco. No podíamos ir más deprisa, algunos apenas podían caminar y no debíamos separarnos.

Los depredadores que estaban más débiles, eran ayudados por los más fuertes. Trabajamos en equipo para salir de ahí, como debe ser.

Yo subía animado y con ilusión, me reuniría con Zanahorias. Escaparíamos todos juntos, nuestras vidas se salvarían .

Cuando llegamos al final de la escalera, vi a la conejita de espaldas. Sus orejas se giraron hacia mí en el momento en el que nos escuchó venir. Ella se volvió hacia mí, con una sonrisa de alivio y conteniendo las lágrimas.

—Judy... —pronuncié, al mismo tiempo que corrí hacia ella para abrazarla. Ella me envolvió con sus brazos también tan fuerte como pudo.

—Oh, Nick... Te he echado de menos —me susurró. 

—Pensé que...

—¡Shh! Hablemos luego. Ahora tenemos que salir de aquí —murmuró —hay un pasadizo de emergencia cruzando aquella sala. Seguidme, y no hagáis ruido. 

—De acuerdo.

—Toma tus armas y tus cosas —dijo con una sonrisa. 

—Gracias, Zanahorias. 

Ella nos guió durante un rato por las salas. Hubo una, en la que dormían algunos socios de "Rebellion Prey". Estábamos pasando sigilosamente, cuando uno de ellos se movió. Algunos de los animales secuestrados dieron una pequeña exclamación, y pareció que una búfalo se había despertado. Pero pasamos rápidamente y no nos vio. Todo continuó en silencio. 

Llegamos hasta una bodega, donde no había salida. 

—¿Y ahora qué, Zanahorias? No hay nada.

Preso de un amor prohibido (Nicudy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora