Preso de un amor prohibido (Nicudy)

Capítulo 4: Nuevas pistas

POV Nick

Salí del hospital dos días después, y ahora estoy perfectamente. Zanahorias me ha estado acompañando en todo momento, cosa que me alegra muchísimo... No sé que haría sin esa agradable conejita.

Hemos seguido investigando lo de Alan Bosh, pero no hemos encontrado su paradero ni ningún rastro de vida. El lince que salvamos hace poco solo pudo decir que lo atraparon mientras iba tranquilamente paseando, y su secuestrador dijo algo sobre "la venganza de las presas". Esto significa que puede estar directamente relacionado con Alan Bosh y su asociación. Pero Zanahorias y yo tenemos que seguir investigando sin parar. No se han encontrado ningún desaparecido, es más, han aumentado las desapariciones de depredadores, ahora de mayor tamaño. Pensar en eso me pone los pelos de punta, pero no lo hago notar.

Ese día estaba allí, en la oficina que comparto con Judy, investigando en Internet sobre esa asociación y esa escurridiza cebra. Contemplé el rostro concentrado de Judy, y sonreí al ver como se le movía la nariz de preocupación a medida que leía y leía en Internet. Oh, Zanahorias, si supieras... si supieras lo que siento...

Debo alejar esos pensamientos de mi mente... ella solo me ve como un amigo, y punto. Supongo que un depredador como yo no tiene oportunidad con una conejita como ella... ya me estoy haciendo a la idea. Creo.

—Esto es imposible, Nick —dijo Zanahorias, sacándome de mis pensamientos.

—No te preocupes, ya descubriremos algo... siempre lo hacemos —comenté intentando tranquilizarla.

—Pero no hemos encontrado nada, no hay rastro de él.

—Quizás debamos esperar... —propuse

—¿Esperar? ¿A qué? ¿A qué desaparezca otro más? —Su voz demostraba que estaba algo alterada. Le puse la pata en su hombro para tranquilizarla.

—No, sólo digo que podemos esperar a un intento de secuestro, y averiguar donde lo llevan.

—Eso es poner a alguien más en peligro...

—No hay otra opción, Judy... van a seguir desapareciendo de todas formas. Podemos seguir el rastro así.

— Vale, está bien, como tú digas —se rindió ella.

—Los conejos os alteráis muy rápidamente —bromeé, mientras le dedicaba una mirada divertida.

—Ja-ja, muy gracioso —me respondió —. Bueno, es hora de volver a casa, ya terminamos el trabajo por hoy.

Salimos del edificio, cansados y algo nerviosos, mientras cientos de preguntas viajaban por nuestras mentes. ¿Qué les haría a los depredadores esa cebra? ¿Estarán bien? ¿Qué traman con todo esto? hay algo que se nos escapa de nuestras garras y no sé que es.

De repente vino a mi mente Ovina, aún en la cárcel, y se me encendió la bombilla. ¡Podríamos interrogarla! Si ella estaba aliada con los "Rebellion Prey" podrá decirnos algo. No tiene nada que perder, seguirá encerrada de todos modos. Se lo conté a Judy, sobresaltándola un poco por hablar de pronto tras el largo silencio, y asintió aliviada de que se me hubiera ocurrido eso.

—¡Eres un zorro astuto!

—Eso es obvio —comenté.

—Iremos mañana mismo a interrogarla, ¿de acuerdo? —propuso. Yo asentí con una sonrisa.

Decidimos apartar ese tema por un rato y nos pusimos a hablar sobre otras cosas. Un rato después empezó a hablar de lo que no quería escuchar: sobre Bob y ella. ¿Por qué de entre todos los temas del mundo tenemos que hablar sobre ellos dos?
Mi sonrisa se apagó y mi rostro se volvió serio.