"Entrenamiento"
Debía ser una broma. Una broma horrible. Debía haber algún error.
¿A quién engaño? Irina había planeado todo, estaba segura.
— ¿Sabes dónde están Angelina y Matt? —traté de cambiar de tema.
—Angelina había ido al baño así que me quedé con él —avanzó un paso quedando a centímetros de mí—. Salió cuando caíste a la nieve y llevó a Matt a su cabaña. Le dije que hablaría contigo.
Asentí.
Cuando di vuelta para verlo él seguía con esos malditos ojos grises puestos en mí.
—¿Sabes? Será mejor que me quede en la cabaña de Angelina —dije dando media vuelta. La buscaría yo sola. Apenas di dos pasos, cuando Iram me tomó del brazo.
—¡No! Puedes quedarte en mi cabaña, está bien —pasó la mano por su cabello—. Ustedes dormirán en mi habitación, es el más acogedor. Yo dormiré en la segunda habitación.
Su mirada pasó por sus pies quitándole la seguridad que había visto más temprano en la oficina. Luego subió a mis ojos. Arrebatándome la seguridad a mí. Tenía los ojos más grises que había visto nunca. No había señal de ninguna línea verde o azul. Sólo gris.
¿Había soñado con él? No. Nunca. Pero definitivamente iba a hacerlo a partir de ahora.
—Bien —dije aclarándome la garganta.
Después no dijimos más. Fuimos por Matt a la cabaña de Angelina y seguimos a la cabaña de Iram donde ya estaban nuestras cosas.
Iram nos llevó a mi bebé y a mí por las escaleras hasta su habitación. Todo el lugar olía a él. cada pequeño rincón estaba bautizado con su aroma. Uno que no se parecía a ningún otro que hubiese olido antes.
—Aquí es donde dormirán Matty y tú.
—¿Cómo? —lo miro algo confundida.
—Lo siento, es como le he estado diciendo desde la cena —dice un poco rápido haciendo notar el nerviosismo que no creía que tenía.
—Está bien, sólo que nadie le había dicho de otro modo que no fuese Matt —dije sin poder evitar sonreír un poco.
—Yo estaré en la habitación de enfrente si necesitan algo —dijo soltando un suspiro. Luego se dirigió a Matt—. Buenas noches, Matty.
Mi bebé le sonrió para después acurrucarse en mi pecho.
—Buenas noches, Umbra —volvió a traspasarme con ese color gris tan intenso.
—Buenas noches, Iram.
Iram cerró la puerta dejándonos solos.
Me acosté en la cama con Matt a mi lado y lo cubrí con una manta.
Al poner mi cabeza en la almohada me hundí aún más en aquel olor que rodeaba la habitación.
Un rato más tarde mi hijo ya estaba totalmente dormido y yo seguía dándole vuelta a todos aquellos recuerdos que me seguían a cualquier lugar al que fuese. Era cómo revivirlo todo una y otra vez con la esperanza de que las cosas en algún momento cambiaran. Que tuviesen un final diferente.
Me sentí perdida una vez más. Pero antes de perderme por completo, me levanté lentamente de la cama y me dirigí a la cocina para beber un poco de agua.
No encontré fósforos para encender las velas del pasillo, así que me encontraba sumida totalmente en la obscuridad. Una vez que bajé las escaleras, pude encontrar la cocina, gracias a la luz de las antorchas fuera de la casa. Al entrar y querer buscar un vaso y la jarra con agua, se volvió aún más complicado. Cuando di un paso al frente pisé algo sin saber de qué se trataba. Estuve a nada de tocar el suelo, cuando unos brazos me tomaron por la cintura y me devolvieron la estabilidad.
ESTÁS LEYENDO
🐉El Amo De Los Tres Clanes🐉La Conexión [1] {Borrador}
Werewolf"-El dragón por fuera es invencible e indomable, pero por dentro... -comenzó a decir y la interrumpí. -El dragón es capaz de enamorarse. -Samuel no dijo eso -contestó al escuchar como concluí la frase que más le gustaba-. Dijo que podía ser domado. ...