"La promesa"
Después de un rato, Samuel pidió que lo dejáramos descansar. Iba a morir en cualquier momento.
Parecía que el tiempo se había detenido. Sentía que me había quedado dormida y todo sólo se trataba de una horrible pesadilla… tenía la esperanza de despertar en cualquier momento y amanecer con un buenos días y un abrazo por parte de Samuel...
Arcarius y yo volvimos a la cabaña. No había ruido. No había ni la más pequeña ventisca. Sólo el tremendo y crudo frío de invierno. Tomé asiento en el viejo pero decente sillón de nuestra sala de estar, mientras él daba vueltas por todo el lugar, haciendo que la alfombra apagara el sonido de sus pasos.
—¿Qué es lo que tienes que contarme? —pregunté siguiéndolo con la mirada.
—Irina, no vas a asimilarlo tan rápido, pero no tenemos tanto tiempo… yo… —en su mirada había dolor, dolor que se supone no debería existir en ella—. Me preguntaste por qué no envejezco. Nena, es por que soy un híbrido.
Teóricamente sabía lo que era, tenía tanto tiempo libre que me había leído una y otra vez los libros que Samuel tenía en su oficina. Pero todos esos libros hablaban de cosas que no eran posibles… cosas sobrenaturales. Desde personas con magia, hombres que se convertían en bestias y asesinos chupasangre…
—Irina, por favor di algo —dijo poniéndose de rodillas frente a mí, sosteniendo mis manos entre las suyas.
—¿Qué se supone que diga? —dije con mi mirada en nuestras manos— Eres uno de los seres que mencionan lo libros de Samuel.
—No princesa —dijo levantando mi mentón con sus dedos, haciendo que mi mirada se centrará en la suya—. Soy los tres —me dio una débil sonrisa—. Y tú también.
Una desesperación comenzó a invadirme el pecho ¿sería el pánico? ¿Acababa de salir del shock de hace un rato por lo de Samuel? No lo sé, pero la sensación me oprimía el pecho y hacía que mi corazón fuese a mil por hora.
—No —negué repetidas veces con mi cabeza—. Yo no puedo hacer nada de lo que dicen los libros de Samuel. Nunca te he visto hacer nada semejante y yo no…
De la nada no pude seguir hablando. Sus labios estaban sobre los míos. Sus manos en mi rostro hacían que el calor de mis mejillas subiese y que mi corazón fuese cada vez más rápido. Nunca habíamos hecho esto… nunca había pasado nada más que abrazos y caricias inocentes.
El fuego entre nosotros comenzó a crecer y mis manos, que estuvieron un tiempo en los brazos de Arcarius, pasaron a estar alrededor de su cuello.
—Nunca digas que no puedes hacer algo. No hasta que lo hayas intentado.
—dijo con su frente pegada a la mía—. Podemos convertirnos en lobo, somos inmortales al tiempo, pero si pueden matarnos y podemos hacer magia como las brujas y brujos —se había alejado para verme a la cara—. Pero aún no es tiempo.Arcarius me estaba dando información que no podía procesar en el tiempo que era necesario. Tenía millones de preguntas. Aún más de las que tenía hace cinco minutos.
No pude evitar abrazarme a mi misma al notar que todo se había puesto aún más frío.
—Mañana llegará a la aldea una chica que puede transformarse en lobo —dijo poniéndose de pie—. Su nombre es Umbra Et Lux*. Te enseñará todo lo que necesitas.
—¿Y por qué no lo harás tú? —dije también poniéndome de pie. No me contó, sólo desvió la mirada. Entonces caí en cuenta—. Vas a dejarme.
—No voy a dejarte —dijo cruzando los brazos—. Tengo que ocuparme de un asunto.
—¿Con una vampiresa? —dije sonando demasiado irritada.
Me hervía la sangre tan solo en pensar en Arcarius con otra chica. Lo quería solo para mí. Y no me gustaba la idea compartir. A la vez del sentimiento de celos, también sentía miedo. Él había estado siempre cuidarme la espalda. ¿Los celos era mi mecanismo de defensa ante mi miedo?
Arcarius me miró con el ceño fruncido y caminó hacia mí a tal velocidad, que solo pude verlo una vez que me estampó contra la pared quedando a centímetros de mi rostro. No entendía que es lo que estaba haciendo. Pero me gustaba. Y mucho. Podía sentir el calor de su cuerpo ahuyentando el frío. Y su aliento chocar con mi boca.
—Sólo vivo para ti. Para nadie más que para ti —su voz era un susurro contra mis labios.
—No me dejes —dije tomando su rostro entre mis manos. Sentí cómo las lágrimas comenzaban a quemar mis mejillas. Grandes y tibias—. Por favor. Arcarius no me dejes.
Arcarius tomó una de mis manos con la suya para dejar un suave beso en la palma. Sabía que dijera lo que le dijera… iba a irse.
—Tengo que protegerte —volvió a susurrar—. Y para hacerlo debo irme y retrasar a los vampiros lo más que pueda. Tengo que hacer tiempo para que puedas prepararte.
—¿Prepararme para qué?
—Para la guerra —el pesar estaba en sus ojos. Sabía que él no quería irse tampoco.
—Pero yo no soy fuerte, no voy a poder hacerlo, no puedo.
—Escuchame. Eres el amo de los tres clanes. Puedes hacer todo lo que tu quieras, pero necesitas prepararte.
—¿Cuánto tiempo planeas estar fuera?
—Todo lo que haga falta.
Me solté de su agarre y mi llanto comenzó a hacerse un poco más fuerte. Comencé a negar con la cabeza una y otra vez. Mis rodillas fallaron provocando que mi espalda se deslizara contra la pared, hasta llegar al suelo.
—Irina, mirame —tomó mi rostro entre sus manos, obligándome a verlo a los ojos. Siempre había oscuridad en ellos, pero cada que se encontraban con los míos, una pequeña chispa se encendía en lo más profundo—. Voy a volver. Ya te lo dije solo vivo para ti. Volveré para estar contigo —dijo limpiando mis lágrimas.
—Promételo
—Lo prometo —dijo acortando la distancia entre nosotros.
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*Umbra Et Lux es un personaje que ha salido de la cabecita de una Personita: María Fernanda Alcocer Garrido.Honestamente ya no sé cómo está en wattpad por que la niña se cambia el nombre a cada rato🤣❤
Besos!!!💋❤️
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🐉El Amo De Los Tres Clanes🐉La Conexión [1] {Borrador}
Manusia Serigala"-El dragón por fuera es invencible e indomable, pero por dentro... -comenzó a decir y la interrumpí. -El dragón es capaz de enamorarse. -Samuel no dijo eso -contestó al escuchar como concluí la frase que más le gustaba-. Dijo que podía ser domado. ...