🐉El Amo De Los Tres Clanes🐉La Conexión [1] {Borrador}

🐉Capítulo 14🐉

"Mi familia"

Seguí admirando a la hermosa familia que eran Umbra, Iram y Matt. Incluso me hacían anhelar una con tanta fuerza...

Y entonces fue la primera vez que me pregunté sobre mis padres. ¿Me habrían abandonado? ¿Les habría pasado algo?

-Irina -me llamó Brietta, sacándome de mis pensamientos-. Mi hermana vendrá por la mañana de visita. Está buscando un refugio. Le dije que preguntaría sí podía quedarse aquí.

-Claro, cuando llegue le asignaré una cabaña -dije con una sonrisa.

Brietta me agradeció y me dio un abrazo.

Los vi a todos en el comedor. Cada uno de ellos se veía feliz, cada uno con sus respectivos amigos. Todos a excepción mía.

Decidí retirarme e ir a la parte trasera de la aldea, donde ya tenía seis meses sin ir. Ese lugar estaba vacío, tranquilo y con una vista sin obstáculos al bosque. Se apreciaba bien la sombra de los pinos en la escasa nieve del suelo.

-Hola -Escuché un susurro a mis espaldas, que obviamente, era de Arcarius. Extrañaba tanto escuchar su voz...

Arcarius me tomaba por la cintura, colocando su mentón en mi hombro derecho. Me volví para verle el rostro. Sus ojos seguían siendo del mismo color negro de aquel día. Su cabello seguía brillando de la misma manera. Su roce se sentía igual o incluso más cálido...

-Hola -susurré también.

-¿Por qué te retiraste? -él seguía con las manos en mi cintura, y mis intenciones no eran apartarlo.

Con Arcarius era imposible inventar algo, ya que sabía cuando mentía, así que le dije la verdad.

-Necesitaba pensar -su mirada era interrogante a mis palabras, pidiéndome una explicación más amplia-. Nunca me lo había preguntado bien, hasta ahora... ¿Quiénes son mis padres? ¿Por qué me dejaron? ¿Les daba tanto miedo igual que a los qué me quieren muerta?

-Claro que no, Irina -dijo pasando sus manos de mi cintura a mis hombros-. Tus padres te amaban.

-¿Cómo lo sabes?

-¿Recuerdas el cuento que te conté?

-El de la niña... Hasta hace poco supe que se trataba de mí.

-Pues no es la historia completa... -Arcarius comenzó a contarme cómo había conocido a mi madre. Al parecer Arcarius era amigo de mi padre y él le pidió a Arcarius que cuidara de ella, antes de irse.

-¿Entonces mi padre nos abandonó?

-No. Tu padre era uno de los guerreros. Cuando lo ascendieron, le pidieron que se quedará un año en la aldea para su entrenamiento como líder y después podía ir a donde quisiera. Tu madre lo vio demasiado contento y no le dijo que estaba embarazada. Tu padre no supo de ti hasta el día de la guerra.

No podía imaginarme con ninguno de mis padres, no podía siquiera imaginarme sus rostros.

-El día de la guerra -siguió Arcarius-, tu madre me pidió que te sacara de allí y te trajera a la aldea de los guerreros, donde estaría tu padre. Yo lo conocí durante el año en el que mi madre falleció, ya que era la bruja de la manada -la tristeza inundaba sus ojos, en definitiva la extrañaba-. Me volví un monstruo. Tu padre me ayudo a mantenerlo dentro de mí. Me ayudo a controlarme.

Me dolía verlo triste... Siempre sabía como levantarnos el ánimo a todos... Nunca lo había visto así... Que fuera él el que necesitará ánimos...

-Y confió tanto en ti como para confiarte a su esposa -dije tomando su rostro con mi mano izquierda y dándole una sonrisa.

-También me confió a su única hija -al decirlo, también sonrió y sus ojos negros brillaron un poco, pero no dijo nada más.

-¿Quiénes eran?

-Tu madre, Isabella Sellers y... Tu padre... Samuel Sellers...

Entonces mi mundo se hizo cenizas. Nunca le había dicho papá, por más que lo quisiera como a uno... Había muerto, casi frente a mis ojos...

La mano que tenía en su mejilla cayó a mi costado, para después darme media vuelta, soltándome de su agarre.

-Irina, lamento no haberte dicho nada, pero ambos así lo querían.

-Tranquilo, lo entiendo -dije despacio-. Es sólo... Que se siente extraño...

-Lo sé... -dijo abrazándome de nuevo. No lo alejé.

Después de un momento de silencio, volvimos al centro de la aldea. El pasaba un brazo por mi cintura y yo recargaba mi cabeza en él. Avanzamos hasta que los chicos entraron en mi campo de visión.

Todo mi pequeño equipo unido.

Tal vez había perdido a mis padres... Pero ahora tenía un nuevo equipo. Una nueva familia.