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1712.

Ella esperaba que aquél ''regalo'' hubiera sido suficiente para sus padres. Sacó con manos temblorosas su capa negra. Caminó con paso decidido hacia la biblioteca, todo había salido bien, más que bien todo fue excelente. En los pasillos el personal estaba agitado, corriendo al piso de abajo que daba al jardín, seguramente para ver lo que ella misma creó. Lo hizo y seguía teniendo la sensación de euforia. Estando a punto de llegar a la biblioteca escuchó a su padre gritar su nombre con furia, nunca lo había escuchado hablar así, pero a ella le importaba poco, nunca la encontraría.

Estando dentro de la biblioteca casi quiso soltar una carcajada. Nunca había sentido tanto orgullo en su vida y ni el título de princesa se lo hacía sentir. Hacía frío, pero a ella nunca le había molestado el frío, no ahora, no cuando por fin logró lo que había estado deseando desde hace años.

Abrió la pequeña puerta, se agachó para poder entrar y antes de irse giró la cabeza. Una sonrisa retorcida se le formó en el rostro, casi quería escupir en el suelo, odiaba este palacio, siempre lo hizo, no había nada de cariño ni nada que la atara a este lugar. Después de lo que hizo sentía libertad.

Cerró la puerta y por fin rió, soltó aquella carcajada llena de triunfo. Nunca olvidaría la mirada en sus ojos, era sin duda el mejor recuerdo que se llevaba de ese espantoso lugar, al que no pensaba volver a poner pie nunca.

The Princess [j.b.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora