La tarde del día anterior Emma hacía el intento de poder cocinar algo, y ella esperaba que fuera algo bueno. Con un libro de cocina abierto enfrente de sus ojos, Emma seguía sin entender la mitad de los ingredientes que se necesitaban. ¡Ni siquiera sabía si Justin los tenía! Ahora que ella estaba sola en aquél gran departamento, decidió tomarse el tiempo de poder aprender a hacer algo. Ya que no podía trabajar y cuando le decía el tema a Justin se enfurecía, ¿por qué no aprender a cocinar? Rebuscó en los cajones y encontró la mitad de lo que pedía el libro. Era extraño ver como es que Justin tenía tanta comida e ingredientes. No es como que los hombres sepan mucho de cocina. Emma leía cuidadosamente sobre la preparación de la lasaña, fue lo más fácil que ella pudo encontrar. Solo esperaba que estuviera listo antes de que llegara Justin. Él se tuvo que ir con prisa por una emergencia de trabajo. Eso fue lo que él le dijo.
—Remojar las tablas de pasta en la salsa preparada —repitió las instrucciones. Emma giró sobre sus talones e hizo lo que leyó. Remojó la tableta de pasta en la salsa que había preparado -con mucho trabajo- y lo puso en el recipiente de cristal. Repitió lo mismo hasta que la parte de abajo quedara cubierta con los tablones de pasta.
—Esparcir la carne —sintió mientras se giraba de nuevo y con una cuchara esparció la carne del recipiente de metal. Agradecía que Justin tuviera aquella carne ya preparada. Así que con una cuchara hizo lo que decía aquél libro. Repitió ambos pasos hasta que el molde estuviera lleno. Aquél libro decía que debía cocinarse aproximadamente 45 minutos en el horno. ¿Horno? Emma frunció el ceño, ella no tenía ni idea de cómo prender el horno. Pero al menos iba a hacer el intento.
Un suspiro de alivio salió de sus labios una vez que pudo hacerlo funcionar. Mentalmente, Emma se dio palmadas en su hombro. No estuvo tan mal para ser la primera vez. Sólo tenía que esperar 45 minutos. Emma decidió aprovecharlos para darse una ducha, pero en la tina. Subió a paso rápido hacia su habitación, y una vez en su baño, abrió el grifo de agua caliente y puso la esencia de Jazmín. Se desvistió y entró en ella. Ah, de eso hablaba Emma, esto era la relajación que merecía. Se dejó caer completamente y cerró los ojos. Y para Emma fue como volver en el tiempo; al tiempo en el que no era Emma la chica normal de Londres, sino Emma Cowel, princesa de Londres del año 1712.
Era el baile en honor al cumpleaños de la Reina Elara, su madre, en dónde los príncipes aliados y las familias completas venían, y Emma, con su vestido rojo escarlata brillante, lucía realmente como una princesa. A su lado estaba Amelia, sonriendo a quienes la saludaban con su inclinación.
—¿No te diviertes, Emma? —le dijo Amelia una vez que todos las saludaron. Sin embargo, Emma no le contestó. Y pronto, el príncipe de Francia, el sueño de Emma se acercó y con una leve reverencia, le preguntó si quería bailar.
—Con gusto —contestó tomando la mano del príncipe. Una vez bailando, Emma pudo ver como Amelia los observaba desde lejos con un semblante enojado. Emma sabía que Amelia era quien debía estar bailando con el príncipe, ya que básicamente iban a estar comprometidos por órdenes de sus padres, y todo era porque Francia era su país aliado. Se suponía que el príncipe tenía que estar bailando con Amelia, no con Emma y aquello molestaba de sobremanera a la hermana mayor; haciendo que explotara y convocara lo que estuvo planeando durante un año.
Así que al terminar de bailar con el príncipe, Emma salió a los grandes jardines. Se plantó en medio de aquél lugar y respiró. Oyó pasos a sus espaldas, Emma quiso girarse pero era como si sus piernas estuvieran plantadas en el suelo, no podía moverlas. Cuando Emma levantó la vista, vio a Justin parado enfrente de ella, ¿qué? ¿cómo Justin puede estar ahí si todavía no nacía? El pánico entró cuando vio a Amelia pararse alado de el. Ambos tenían sonrisas en sus rostros.
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The Princess [j.b.]
Fiksi Penggemar❖Tercer lugar en los Worthy Awards como mejor historia de Fantasía/Ciencia Ficción. ❝Sólo despertará si llega alguien con verdaderas intenciones de ayudarla❞. Decían todos sobre la leyenda de la princesa Emma Cow...