Promesa

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Otro día igual, ya estoy cansada de eso, sólo quiero irme de aquí para encontrarme con aquella persona, la cual transmite un aura agradable, que hace que me sienta bien.
Pero no... sé que nunca vendrá por mi, es más, tal vez ni siquiera exista, y sólo es un producto de mis alucinaciones.

—Muy bien señorita, sí ya termino de comer, retiraré los platos y la mesa — dijo la enfermera.

—Sí — contestó la joven desganada y con la mirada al vacío, ya que cada vez se deprimía más.

<<Toc Toc Toc>>

—¿Puedo pasar? — se escuchó una voz masculina hablar del otro lado la puerta.

—Adelante — respondió la enfermera, para posteriormente retirarse.

—Buenos días Mutsuki, ¿cómo seguiste? — preguntó preocupado.

—Bien — respondió sin ánimos.

—Esperó que los medicamentos te estén ayudando a controlar las alucinaciones — comentó serio.

—Claro — respondió entre dientes, ella realmente no quería hablar, lo cual fue notado por el doctor.

—Bien, se que estás cansada de que siempre es lo mismo — al decir esto, la joven se impresionó, púes nunca le había dicho al señor Haise acerca de como se sentía — Así que... pensé que era hora de que conocieras nuevas personas.

—Realmente no tengo humor — respondió mientras se sentaba, envolviendo sus rodillas con los brazos, y giraba su cabeza a otro lado.

—Oh bueno, creí que querías conocer al nuevo integrante del cuerpo psiquiátrico — dijo fingiendo decepción, mientras iba en dirección a la puerta — ¡Muy bien, joven Urie, ella no quiere conocerlo! — gritó.

La chica de cabellera verde inmediatamente al escuchar el nombre, regresó la mirada al doctor. No sabía porqué, pero por alguna razón, ese nombre se le hacía conocido.

—¡Espere!... Doctor Haise, quiero conocerlo — rogó la chica.

El psiquiatra sonrió y llamó a tal persona, para que fuese a donde se encontraba él.

—Ya viene, dime... ¿no estás feliz porque harás un nuevo amigo? - sonrió mientras le decía esto.

Ella sólo se quedo en silencio.

—Bien doctor Haise, ¿me llamaba? — preguntó serio el chico.

—Sí, ven aquí, entra — le pidió — Quiero que conozcas a mi paciente favorita, Mutsuki.

—Mucho gusto Mutsuki — sonrío por primera vez en ese lugar.

La chica sólo se quedó contemplando al nuevo psiquiatra, todo esto le parecía confuso.

—Vamos Mutsuki, saluda, no seas tímida — habló el hombre mayor.

—Ho... hola, soy Mutsuki — respondió aún asombrada.

—Que hermoso nombre — dijo el chico — ¡Ah!, que mal educado soy, aún no he dicho mi nombre, me llamó Kuki Urie, pero usted puede decirme sólo Urie — habló mientras se acercaba y le extendía la mano.

—¿Urie? — preguntó pensativa.

—Así es — le dijo aún con la mano extendida.

Ella no sabía sí responder a tal acción, por lo tanto volteó a ver al doctor Haise, que hizo un gesto de aprobación.
Dejando a un lado sus dudas, estrechó la mano con aquél joven, acción que causo en ella miles de sensaciones opuestas: ansiedad, miedo, pero al mismo tiempo, seguridad.
Al sentir esto, retiró inmediatamente su mano, y la llevo hacía sí misma.

Amor psicótico [MutsUrie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora