Amor psicótico [MutsUrie]

Sufrimiento

El día estaba llegando a su fin, al igual que mi cordura, lo único que necesitaba era estar sola por el momento, lo que el doctor me dijo empeoró la situación, aunque al principio no creí en su palabra, hasta que imágenes desagradables y difusas comenzaron a llegar de golpe, quería que salieran de mi mente ¡salgan!

Ya no sé que pensar, en quién confiar, ni siquiera en mí misma puedo hacerlo, salvo una excepción, Urie.
No importa lo mal que me encuentre, ni que colapse mentalmente, él siempre está para mí, pero no puedo aceptar eso, no quiero que desperdicié su vida por una "persona" como yo, él merece a alguien mejor.
(...)

—Mamá, ayúdame por favor, papá me está golpeando, mamá... — susurraba con sus ojos llenos de lágrimas.

—Lo siento — respondió la mujer mientras se mantenía escondida detrás de un mueble.

—¡Cállate estúpida! — el hombre agarró a la niña de los cabellos, para posteriormente arrastrarla por el piso — ¡He dicho que cierres la boca — se impaciento al escuchar los sollozos de ella.

—Perdón, perdón, seré buena...

Pasó de encontrarse tirada en el piso a estar de pie sosteniendo un cuchillo en sus pequeñas manos.

—Perdón, perdón, seré buena — encajaba el cuchillo una y otra vez, en el cuerpo de cada uno de sus familiares — Nadie los va a extrañar — comenzó a reír frenética.

—Basta — la detuvo, pero ella lo ignoró — ¡Basta, he dicho que pares Tooru! — gritó para detenerla.

—¿Tooru?, ¡Urie! — se levantó de inmediato, incorporándose en la cama, había vuelto a tener esa pesadilla, reviviendo los traumas de su pasado, aunque por alguna extraña razón, Urie la detenía siempre, hacía que reaccionará.

*¿Qué significa esto?*

Han pasado varios días desde que supo la "verdad", en los cuales ocurrieron todo tipo de situaciones, el doctor Haise habló con ella acerca de cómo la conoció, en cuanto a Urie, él se había distanciado de ella en esos últimos días, ya no iba a visitarla, pero si la llegaba a ver en los pasillos simplemente la ignoraba, estaba actuando raro, y eso le dolía, aunque ella sabía que era lo mejor para ambos, hacer como si nunca se hubiesen conocido.

—Me duele aquí — señalo su pecho.
Estaba destrozada.
(...)

—Soy un estúpido, ¿cómo puedo asegurarle algo de lo cual no estoy seguro?, ¿En qué estaba pensando? "Yo sé que tu serías incapaz de hacer algo así" — se imitó a sí mismo —  Como si eso fuese a mejorar las cosas.

—Escucha, a mí también me duele todo lo que está pasando, pero no tienes que culparte, tú lo has dicho, todos cometemos errores, todos tenemos derecho a equivocarnos — su expresión cambio a una seria.

—¡Sé que lo he dicho! pero debiste ver su rostro lleno de profunda tristeza y dolor, mientras hablábamos — sintió un nudo en su garganta — Si tan sólo le hubiera contado la verdad desde que llegó aquí.

—Pero el hubiera no existe — soltó la mujer, un poco harta de la actitud de su esposo — Escucha, el pasado no se puede reparar, pero el presente se puede construir, ella aún confía en ti — sonrió.

El hombre volteó a verla, aun con los ojos vidriosos, pero las palabras de su esposa lo animaron aunque sea un poco.

—Gracias — esbozó una sonrisa limpiándose las lágrimas.