Voces

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Me encontraba hablando con Urie, hasta que se hizo presente otra persona.

Al reconocer la voz, la sorpresa se apodero de mí. Sí, sabía que vendría pero aún así, no estaba preparada.
Tenía tanto que no la veía, que no supe como reaccionar.

—To... ¡Touka-san! — soltó sorprendida.

—¡Hola Mutsuki! ¿cuánto tiempo... — no terminó de hablar pues se percató que se encontraba otra persona — ¡Oh! Lo siento, no sabía que interrumpía algo — se disculpó mientras comenzaba a regresar por donde entró.

—¡Espere! — Urie comprendió la situación y se dispuso a retirarse,  no sabía quién era ella pero sentía que se trataba de alguien importante para la chica — ¿Urie? — Mutsuki lo miró.

—Esta bien, después de todo tengo trabajo que hacer — sonrió mientras se retiraba — Con su permiso — dijo al pasar al lado de la mujer que se encontraba de pie en la puerta.

—Si no importa voy a pasar — Touka se adentró totalmente en la habitación.

—Tenía mucho que no venía, ya la extrañabamos aquí — comentó melancólica.

—Lo siento, sabes que trabajo y que sólo puedo venir en pocas ocasiones, aunque si por mí dependiera, vendría cada que quisiera — sonrió mientras hablaba.

—Ojalá algún día sea libre de tanto trabajo — comentó la joven.

—Es lo que más me gustaría — habló con un sentimiento amargo — Por cierto el chico de hace rato, ¿es nuevo?, porque nunca lo había visto.

—¿Urie? Sí él es nuevo, lleva alrededor de dos meses — dijo — Sin embargo, nos hemos vuelto amigos muy rápido, por alguna razón siento que puedo confiar en él, pero... — agachó la cabeza.

—¿Pero? — preguntó la mujer confundida.

—En ocasiones me causa... *miedo* — pensó esto último — Nada, olvidelo — rió nerviosa.

—¿Segura que no me quieres contar? — cuestionó preocupada.

—No es nada, en serio — negó con la manos — Además, debemos aprovechar su visita y dejar a un lado las cosas triviales.

—Tienes razón — esbozo una sonrisa — Durante este tiempo han pasado muchas cosas, me reencontré con mi hermano Ayato, ya no es un chico problema como antes, tal vez sea porque ahora salé con una jovencita llamada Fuego... Fuegori, Fuegutsi, algo así — rió.

—Me alegra oír eso — comentó conmovida, porque, a pesar de no conocer en persona al hermano de Touka, ella le había contado muchas cosas sobre él.

—Él es un ejemplo a seguir — comentó, Touka sólo la miraba — Quiero decir, logró superar sus problemas, y al final los pudo enfrentar él sólo — añadió.

—Te equivocas — dijo captando la atención de la chica — Él los enfrentó gracias al apoyo de los que le rodeaban, de lo contrario aún estaría hundido en esa agonía — su semblante cambio a uno triste, lo cual fue notado por Mutsuki.

—Por favor, no se ponga así, debe estar feliz por él — trató de animarla.

—Ese chico... El de hace rato, es tu amigo ¿no? — preguntó.

—Sí, ¿por qué la pregunta? — cuestionó confundida.

—Lo ves, tú tampoco estás sola — habló — Sé que te sientes perdida, no sabes que hacer y cada vez te pierdes más en tu sufrimiento — añadió.

Mutsuki no hablaba sobre sus sentimientos con nadie, la única persona con la que expresó su pesar fue con Urie.

Después de todo, Touka era una mujer perspicaz.

Amor psicótico [MutsUrie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora