Amor psicótico [MutsUrie]

Inquietud

En estos últimos días ocurrieron situaciones las cuales me gustaría olvidar, si tan sólo todo se hubiese quedado como estaba, antes sentía la necesidad de saber quién era, pero ahora que lo sé, preferiría haberme quedado como una ignorante, una persona que no tuvo pasado.

Asesiné a mis padres, conocí la verdad sobre cómo llegué a este lugar, también perdí a la persona más importante para mí.
Lo que él y yo logramos construir con el pasar del tiempo se desvaneció en un santiamén, tal vez todo fue un sueño, una simple ilusión.
De nuevo soy sólo yo.
(...)

—Mutsuki — susurró par sí.

Recordó el día en que ella lo sacó de su habitación, no sabía el porqué de su actuar. Iba con la intención de hablar, decirle que pronto se iría de ese trabajo, que era mejor alejarse de una vez para que ninguno de los dos sufriera por la ausencia del otro.

Pero ella no lo dejó hablar, parecía enojada o afectada por algo, lo posible es que fuera con él, aunque desconocía las razones, si bien se alejó para que no resultará afectada, no recordaba haberle hecho daño, a menos que...

En su mente se formulaban tres posibles respuestas.
La primera, se había encontrado con Haise, y a través de palabras falsas logró manipular su manera de pensar.
La segunda, de alguna u otra forma finalmente se enteró de la verdad.
O la tercera, realmente la hirió gracias a su condición.

—¡Maldición! — golpeó el lavabo.

Al inició pensó en que era la persona con más desdicha en el mundo, hasta que la imagen de Mutsuki apareció en su mente, después de eso se sintió como un verdadero estúpido, la que realmente más ha sufrido es aquella chica huérfana, condenada a permanecer encerrada en un hospital psiquiátrico porque no tiene familia que la cuide, quién se enteró de la peor manera del porqué sus padres murieron, la que duda de su realidad la mayor parte del tiempo, pero sobre todo, la que tuvo la desgracia de conocerlo.

Quería ir a verla en ese mismo momento, pero tenía miedo, ¿Qué pasaría si lo odiaba? Si ya lo sabía todo, considerándolo el ser más despreciable del mundo.

—¡No! — alejó esos pensamiento de su cabeza, definitivamente tenía que hablar con ella — Pero, antes... Necesito tomar otra dosis, no pueden verme en mi condición actual.

"No puedes controlarte por ti mismo, nos necesitas para hacerlo... Pero si quieres irte hazlo, no te detendré, sólo recuerda una cosa. Nadie quiere a la gente como tú"

*Si tan sólo me hubiese ido en esa ocasión, ahora sería libre*

Pensó recordando aquellas palabras de su jefe llenas de razón, aunque le costará admitirlo, era cierto, quién querría a alguien como él.
(...)

—Ese chico se parece mucho a mí, por eso desde el momento en que lo vi supe que era especial, su carencia de sentimientos — sonrió extrañamente.

—Disculpe que lo contradiga pero él ha desarrollado sentimientos por esa joven.

—Lamentablemente, esa chica es su debilidad, por más que intenté mantener su mente ocupada con el trabajo, ella logró confundirlo, lo está convirtiendo en un inútil amante del prójimo — rió descontrolado, hasta que el aire comenzó a faltarle.
Le costó unos segundos calmarse — Lo siento... es sólo que estaba pensando que, como muestra de agradecimiento me gustaría darle otro obsequio.