Vendrá

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Hace rato no me comporte adecuado, mis palabras terminaron dañando a Urie, pero no fue intencional, sólo quería estar un tiempo a solas.
Necesitaba llorar, me dolió recordar que mis padres no están aquí, y aunque siempre aguante, escuchar sus voces fue el detonante que provocó, me desquitará con él.
En ese momento sentí la necesidad de desahogarme, de vaciar todo lo que he guardado en mi corazón y en mi mente.
Ojalá pueda perdonarme.
(...)

—Y bien... Dime ¿Qué hacías aquí? Te doy cinco segundos para responder — habló mientras se acercaba en pasos lentos al lugar donde estaba el joven.

—Yo... yo... sólo estaba... — No sabía que responder, sólo se limitaba a caminar hacia atrás.

—¡Responde! — exigió el hombre.

—Necesitaba mi expediente — soltó lo primero que se le vino a la mente, afortunadamente ya había guardado el documento de Haise.

—¿En serio? — preguntó haciendo una breve pausa — ¿Por qué no has dicho eso desde el principio? — dijo cambiando totalmente su expresión, dejando a un desconcertado Urie.

*¿Realmente es así de estúpido o sólo se hace el desubicado?* — pensó el joven incrédulo pero a la vez aliviado.

—Si lo querías sólo lo hubieras pedido, no somos tan estrictos en eso, nada más tienes que decir el porqué lo solícitas y listo — sonrió el hombre.

—Bueno, lo necesitaba para añadir unos documentos que recién me dieron de la facultad — dijo tratando de sonar natural.

—Tómalo entonces — le entregó su expediente — En otra ocasión sólo debes solicitarlo, no sientas pena, estamos en confianza — palmeó su hombro — Pero no te olvides de entregarlo — comentó.

—Sí — se limitó a decir el chico.

—Bien, salgamos de aquí — indicó mientras caminaban en dirección a la puerta. Cuando ya se encontraban afuera, el hombre de cabello bicolor la cerró con candado.

—Listo, son tan descuidados en este lugar, que serían sin mí — habló presuntuoso.

*Estúpido* — pensó — Así es, todo sería un caos sin usted — alabó hipócritamente.

—¿Verdad? — sonrió, y empezó a prosiguió con su ruta, entretanto Urie le seguía el paso.

—Por cierto... ¿Dónde estaba
hace rato? — cuestionó — No le habrá afectado lo que dije ayer, o ¿si? — comentó fingiendo preocupación.

—No en absoluto, al contrario, me ayudaste a reflexionar — habló con serenidad.

—¿Entonces? — cuestionó. Creyó que lo había hecho sufrir.

—Tuve unos pendientes, por eso llegué tarde... Bueno, tenemos que seguir con nuestro trabajo, te veo después — alzó la mano en señal de despedida.

—Esta bien — fue lo único que alcanzó a decir.

*Me pregunto si él piensa que me creí ese cuento* — pensó — Debo averiguar que trama, pero debo hacerlo sin que sospeche — dijo para sí.

Haise siguió caminando hasta llegar a una habitación que conocía muy bien.
Estaba por tocar hasta que escuchó algo del otro lado de la puerta.

—Como los extraño, pero ¿ustedes a mí?, digo, si lo hiciesen ya habrían llegado por mí desde hace mucho.

El doctor sólo escuchaba los sollozos que salían del cuarto. No sabía si era mejor tocar y entrar o huir, pero decidió arriesgarse.

<<Toc Toc Toc>>

Amor psicótico [MutsUrie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora