Día de las madres

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Finalmente llegó la fecha que más detesto del año: el día de las madres.
Por qué inventar una celebración tan estúpida, de qué sirve festejarlas sólo un día, al contrario, los que tienen deberían de celebrarlas todo el tiempo.
Para alguien como yo, esto es un insulto.
(...)

—¿Mutsuki?, ¿Por qué preguntas eso? — cuestionó el hombre de cabello bicolor sin dejar de hacer su trabajo — Ya deberías saberlo — añadió.

—Tiene razón — respondió con la cabeza agachada — Iré a verla.

—Esta bien, puedes verla por un momento, ella se pone sensible en este día — excusó, con tal de que no conviviera demasiado con ella.

—Como sea — dijo y se retiró de ese lugar, pasando desapercibido la actitud del hombre.

Haise se quedo sólo en su oficina, se encontraba leyendo unos documentos, estaba tan concentrado que no se dio cuenta que su celular comenzó a sonar.

—Doctor, lo han llamado, dijeron que contestará su celular — habló la recepcionista asomada por la puerta.

—Sí, está bien — dijo — * En que momento me llamaron* — pensó y tomó su teléfono, al verlo se percato de que tenía tres llamadas perdidas — ¿En que momento..? — preguntó para sí.

Al ver las llamadas decidió regresarlas, aunque por el número, ya sabía quién le había marcado.

—Bueno — habló.

—¿Por qué no me contestas? — se oyó la voz exaltada de una mujer al otro lado de la línea.

—Lo siento, estaba revisando unos documentos, no escuché el teléfono — se disculpó.

—Eso esperó — trató de tranquilizarse.

—¿Cuál es el propósito de la llamada? Rara vez lo haces, siempre que tienes algo que decir me lo dices en casa, ¿pasó algo malo? — se preocupó.

—No te preocupes, estoy bien — aseguró — La razón por la que llamo es por que pensé... Bueno, tú sabes... — no sabía como decirlo.

—¿Quieres venir? — completó, dejandola sorprendida.

—¿Cómo...— no pudo terminar de hablar por que se vio interrumpida.

—Oye, veinte años de casados no son en vano, más otro tiempo de conocernos — respondió sonriendo.

—Entonces... ¿Puedo ir? — cuestionó.

—Acabas de venir hace poco, sabes que no puedes volver seguido — mencionó.

—No es cierto, ya tiene rato — reclamó.

—Lo lamento, es lo que más quisiera, pero no podemos arriesgarnos, tengo la sensación que alguien nos está investigando — dijo entre dientes, debido a que no quería preocupar a su esposa.

—Está bien, tendré que esperar por más tiempo — comentó desilusionada.

—En serio, lo siento — se volvió a disculpar.

—No tienes que disculparte, ya lo hemos hablado, tú no eres culpable, sólo eres una víctima — mencionó comprensiva.

—Pero sí no fuera por mi antiguo trabajo, nuestra vida sería diferente — confesó melancólico.

—¡Ah! A veces eres muy terco, no entiendo cómo es que me casé contigo — dijo exasperada.

—Porque me amas — comentó cambiando de actitud.

—Estúpido — se escuchó decirle — Sólo un poco — añadió en un tono casi inaudible.

*Nunca cambiara* — pensó — Bueno, tengo que dejarte, debo volver al trabajo — habló.

Amor psicótico [MutsUrie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora