EN EL LIMBO
Los labios recorrían su cuerpo como una llamarada, haciendo que ardiera cada espacio que consumía. Sus labios rosados se abrieron en un silencioso gemido. Arqueó su cuerpo y se abandonó a sus caricias olvidando el porque no debía dejarse ir en sus brazos.
Elevó sus manos hasta la rubia cabellera y sólo se encontró una fría ráfaga de viento, abrió los ojos angustiada buscando entre la oscuridad total el hombre que por primera vez en su vida la hacia sentir una mujer. Abrió la boca dispuesta a gritar su angustia, su voz no salió, fue un gemido llenó de un dolor que nunca en sus veintinueve años pensó que emergería de ella.
Su cabeza atormentada sólo creaba un nombre que su boca no dejaba pronunciar: Dallas.
*
Era su maldito cumpleaños.
Todo había salido mal desde que se levantó de la cama.
Se rompió el tacón de sus zapatos favoritos, su cabello estaba en completa rebeldía, su maquillaje no logró ocultar lo demacrado de su rostro... De ahí en adelante nada estaba saliendo bien.
El resto del día se convirtió en una tortura. Su rostro casi se había resquebrajado de tanto sonreír aceptando las felicitaciones de sus compañeros, voluntarios y de algunos de los chicos que estaban en ese día en las instalaciones de la fundación. Su oficina estaba llena de ramos de rosas de todos los tamaños y colores, globos metálicos con la leyenda de feliz cumpleaños y algunas cajas de chocolate. Las suficientes para hacerla subir algunos kilos.
Ahora mismo, en su bolso llevaba algunas con la botella de vino rosado espumoso sentada en la parte trasera del taxi rumbo a el departamento de su mejor amiga. Pasó una mano por su cabello sosteniéndolo mientras inclinaba la cabeza hacia su falda rosada mostrando gran parte de sus largas piernas cubiertas de el delicado material de la seda que transparentaba su pálida piel. En ese momento necesitaba distraer su cabeza de esos sueños que insistían en hundirse en su cabeza buscando la manera de volverla loca.
Si, Lena podría ayudarle a olvidarse de esos absurdos sueños. No había posibilidad de que ella se involucrara aún más con Dallas King. Tal vez Lena podría ayudarle a encontrar una solución para olvidar a ese chico que se estaba apoderando de su vida y pensamientos sigilosamente como una peligrosa serpiente.
Subió por las escaleras hasta el piso de su amiga, acomodó su bolso y sostuvo con firmeza el único ramo de flores que decidió llevarse de su oficina. Llegó a la puerta del departamento de Yelena y oprimió el timbre.
La puerta se abrió, la enorme figura masculina salió llegándole de inmediato el aroma de su colonia. Levantó la vista encontrándose con unos ojos azul y violeta sonrientes, su expresión de cansancio se escondió de inmediato ante una de total hermetismo. Ryder King emitió una suave risa muy masculina y miró hacia el interior del departamento antes de volver a posar sus ojos bicolor en ella.
- No te preocupes - le dijo en un tono tranquilo -, me voy en éste momento. Tienes a Lena por el tiempo que necesites. Solo por hoy.
Se hizo a un lado y le abrió más la puerta en un galante gesto para permitirle el paso.
Tatiana dio un par de pasos tensa ante su presencia. Había algo en él que le causaba disgusto, quizá era que su mirada le recordaba a otro más joven que en los últimos días se había apoderado de su vida, incluso de sus sueños.
- Por cierto - dijo Ryder tras ella -, feliz cumpleaños.
Antes de que pudiera decir algo él se fue, Tatiana apenas alcanzó a ver la figura alta bajar por las escaleras, sólo escuchó sus pasos cada vez más lejanos mientras se alejaba.
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KING'S SAGA 2
RomansLa historia continua. Los hermanos King en busca del amor. Al final todo parece haber salido bien para los dos hermanos mayores De la dinastía King. Con altibajos que amenazan el amor que Parece no dejar de jugar con los sentimientos de Cada uno...