Trilogía...
Taylor Swift, una espía de alto nivel en la ciudad de New York. Donde Trabaja con su supuesta mejor amiga (Selena Gomez) en un caso bastante peculiar.
Taylor es traicionada por Selena, y una noche es (literal) tragada por la tierra y lle...
Mi respiración estaba completamente agitada, la cercanía de sus labios sobre los míos me descolocó, cuando mi intención era yo causar eso en ella.
Me metí a bañar y me quite todo rastro de pintura que tuviera mi cuerpo y cabello. Salí del baño y decidí no complicarme tanto, me puse algo casual pero sin dejar de lucir ese toque de "glamour"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hacía frío pero era relativamente soportable, arregle solo un poco mi cabello pero que pareciera despreocupado.
Mientras terminaba de aplicar el maquillaje (ligero) mi celular vibró
*TayTay*
¿Que debo usar?😱
*Yo*
Algo casual, pero ten en cuenta que hace algo de frío ❄
*TayTay*
Perfecto, nos vemos en un rato 😘
*Yo*
Apresúrate, que ya quiero verte❤
Bloquee mi celular sabiendo que ese había sido el fin de la conversación, baje las escaleras y decidí que iría por Taylor de una vez, aunque aún le faltara un poco de tiempo para estar arreglada. Salí de mi apartamento, cerré la puerta y baje el piso restante por las escaleras, me coloque frente a su puerta y toque tres veces hasta que apareció una Taylor con el cabello precioso pero cubierta por una bata de baño
-¿Qué haces tan temprano aquí? creí que tardarías una hora más, por lo menos - dijo con una sonrisa y dejándome pasar
-Si quieres, puedo regresar más tarde- me di media vuelta con intenciones de no incomodarla, pero ella tomó de mi mano y me detuvo
-No, quédate- dijo cerrando la puerta y así afirmando el no dejarme ir -Siéntate, ponte cómoda, sirvete lo que quieras que yo vuelvo en un rato más- dijo sonriente
-Bien, no hay prisa, tomate tu tiempo- le di una sonrisa y fui directo a la sala, la vi subir las escaleras, sus piernas brillaban pues estaban ligeramente bronceadas, se veían preciosas. Me perdí en sus piernas hasta que desaparecieron de mi vista y me sobresalte cuando sentí un peso extra sobre mis piernas, era Meredith
-Hey- dije viéndola, ella parecía ya amarme un poco, pues me pedía caricias con sus movimientos -¿Como estas, preciosa?- Pase mis caricias entre sus orejas y el resto de su cuerpo, ella ronroneaba -¿Te gusta verdad?- Esa pequeña gatita me causaba felicidad que desconocía -Nos vamos a ir por un par de horas ¿Si? quiero que te portes bien y cuides de la casa de esta bella chica que te ama muchísimo- sabía muy en el fondo que no me estaba haciendo caso alguno, sonreía por mis intentos nulos de hablar con un animal -Tambien quiero que cuando volvamos por favor la cuides mucho, es una chica estupenda y muy hermosa y claramente no queremos que le pase nada ¿verdad?- ella maullo y eso fue suficiente para mi.
