Capítulo 29

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El sol que marcaba la madrugada estaba presente, molestando a mis ojos; tuve que levantarme aunque no quisiera. Me removí entre las sábanas, mi cuerpo torpemente tropezó con Karlie, por un momento había olvidado que estaba aquí... nunca había dormido tan bien en toda mi vida.

Karlie se despertó segundos después -supongo que hice un movimiento demasiado brusco- con una sonrisa preciosa, estaba recordando nuestra noche anterior, nuestra deliciosa y perfecta noche anterior.

Me levanté de la cama para acostarme sobre su tronco y darle besos chiquitos por toda su cara, escuchandola suspirar y reír, como niña pequeña.

-Buenos días, hermosa- dijo con aquel tono somnoliento y ronco que me fascinaba 

-Buenos días bebé- le dije dándole ahora un beso algo corto en los labios, sintiendo su sonrisa casi al terminar.

Me levante  por completo de la cama, tuve frío y recordé mi desnudez, pero ya no tenía pena, ella me había recorrido completa la noche anterior, y había sido fabuloso.

-Lamento que suene tan vulgar, Taylor. Pero... que hermoso culo tienes- Su voz no tenía ápice alguno de perversión, ella realmente lo decía porque eso pensaba.

-Karlie, creo que el sexo te ha segado ¿Cual culo?- la volteé a ver con una sonrisa burlesca

-Nunca dije que tuvieras mucho o poco, se que podría haber cientos de chicas con mas culo, pero el tuyo es hermoso, redondo y hasta cierto punto creo que me encanta que tengas menos que la mayoría- ella estaba recostada de lado, recargando su cabeza sobre su mano izquierda.

Me acerque a ella despacio, mirándola fijo a los ojos, sin apartar ni un momento la vista. ella se sentó en la cama, dejándome ver sus pechos desnudos, sus pezones pequeños y erguidos por el fresco de esa mañana... preciosa.

-Me encantas- Acto seguido, ataque su boca con desespero, sintiendo su lengua apoderarse de mi boca de una manera sutil y sensual. Ella se levantó y con ambas manos y una fuerza obvia, posicionándome en su cintura, aferrándose a mi por mi culo, sus manos un tanto grandes cubriendo gran parte de el, mis manos firmes en su cuello al igual que mis piernas con su cintura.

Caminó conmigo así hasta el baño, donde prendimos la regadera; sintiendo el agua caer sobre nosotras solo volvía todo aquello más húmedo.

Tomó el shampoo y coloco un poco entre sus manos, después las llevó hasta mi cabello y comenzó con un masaje suave y delicioso, el aroma a frutas embriagandonos por completo. Enjuague mi cabello con ayuda de ella y después yo la ayude a ella.

Ella tomó la esponja y la mojó, luego le coloco un poco de jabón y comenzó a pasear aquella espuma por todo mi cuerpo, no dejó un centímetro sin enjabonar; cuando llegó el momento de enjuagarme, ella paseó sus dedos por mi limpia piel.

La vi arrodillarse frente a mí, y solo basto de la primer caricia que me estaba proporcionando en mi clítoris, para saber que esa mañana me sabría a gloria.

Sus besos eran suaves, certeros e inocentes. Sus dedos medio e índice hacían masajes cada vez más veloces sobre mi clítoris y yo evidentemente ya estaba muy mojada.

-Dios mio, Karlie- dije en un suspiro

-¿Te gusta?- preguntó con su voz ronca, llena de placer 

-Me encanta- suspire -no pares, por favor- mi respiración se estaba evaporando.

Su lengua maestra comenzó a lamer en vez de sus dedos, quienes ahora (medio y anular) comenzaban una exploración en mi cavidad vaginal.

-Karlie, más... más rápido- dije con un todo lleno de excitación

Bad Blood 1.0 (Kaylor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora