Bad Blood 1.0 (Kaylor)

Capítulo 24

-¿A qué debemos tu maravillosa visita?- pregunte resignada y hasta cierto punto sarcástica 

-Bueno, básicamente venía a darle la bienvenida a Taylor a su trabajo, que por lo que veo se está adaptando bastante bien... y a preguntar qué tal va la investigación?-

-De maravilla, de hecho Taylor al parecer tiene una teoría, pero eso lo sabremos hasta mañana, porque toda la información que me ha pedido necesita del conocimiento de Welvin Da Great y por lo que pude ver, se fue hace un par de minutos- La verdad es que mientras menos explicaciones le diera sería peor, porque buscaría la forma de que lo hiciéramos cuanto antes

-Muy bien, entonces ya es momento de que se vayan a casa, porque tanto tú como yo sabemos que te gusta exceder del horario impuesto Knockout- Me señaló con su dedo de manera amenazante, pero con esa sonrisa que delata un toque de gracia 

-No te preocupes, que para eso estoy yo, así que mueve esas piernas ya mismo knockout- dijo con una sonrisa burlona

-Muy bien, entonces me voy. Nos vemos chicas- Dicho esto, nos dio un beso en la mejilla a cada una y salió de mi despacho.

Después de eso, no hubo más besos, tampoco nos tomamos de la mano para salir camino a casa, la verdad es que Lucky Fiori acababa de romper el aura más sensual que Taylor y yo habíamos creado desde que comenzamos a correspondenos. Y es que sería mentira si dijera que Taylor no me atrae de esa manera, porque la verdad es que esas curvas, sus piernas tan largas y torneadas, ese abdomen que he visto cada que usa un sostén deportivo me tienen alucinando desde hace varias noches; Hace un rato, cuando estaba entre sus piernas, besandola, viendo como era capas de provocar en ella aquel tipo de reacciones... La verdad es que estaba extasiada, sin contar que ahora me siento enojada por nuestra interrupción. Pero viéndole el lado positivo a la situación, Taylor correspondía mis caricias y eso ya es algo ¿no?

Sin darme cuenta, ya estábamos frente al edificio, Taylor tenía la puerta abierta, lista para que pasara.

-Gracias- dije con simpleza 

Después de ello, subimos en el elevador en total silencio, me estaba matando de a poco no saber qué pensaba la rubia que estaba a mi lado, sin embargo traté de mostrarme serena, al llegar a su piso, las puertas se abrieron, y yo no sabía si debía salir y seguirla hasta su apartamento o seguir hasta el mio y dejarla pensar respecto a todo lo que acababa de pasar en el trabajo. Así que opte por la segunda opción, hasta que la oí hablar 

-¿No vendrás a cenar?- su voz no tenía emoción alguna, estaba un tanto estática, pero si ella quería cenar conmigo no todo estaba perdido, pero no podía verme como perdedora, tenía que componer aquel tropiezo

-Si, solo que quisiera bañarme, me siento un poco cansada y una ducha siempre es buena- eso fue bueno ¿no?

-Muy bien, dejaré la puerta abierta, pasas. Disfruta tu ducha- me dio una sonrisa un tanto forzada y las puertas se cerraron, llevándome directo a mi piso.

La verdad es que si estaba un tanto agotada, pero por la situación que acababa de dejarme algo alterada. Me quite la ropa que traía encima y me sumergí en mi tina, dejando que la espuma hiciera de mi cuerpo lo que quisiera.

Pudieron pasar alrededor de 20 minutos en los que me perdí en mis pensamientos, tenía tantas conclusiones en mi mente, pero sabía que tal vez solo 4 de esas serían cumplidas. Me enjuague el jabón y me vestí con algo cómodo, salí de mi apartamento, cerré este y baje por las escaleras, tratando de prolongar un poco más el momento.

Parada frente a la puerta, suspiré, tomé un poco de aire y gire el picaporte, lo primero que invadió mi ser, fue ese delicioso aroma de comida, no podía distinguir que era, pero seguro estaba delicioso, eso me tranquilizo un poco, avance hasta la cocina, no había nadie, más que la comida, quise ir a husmear, pero dadas las circunstancias tome camino hacia la sala, donde encontré a esa gatita tan famosa para mi.