Karaichi drabbles Y One-shots

Detrás de el antifaz

       —  ¡Hello, Bothers! ¿Cómo are ustedes? — intentó pasarse de estadounidense.

Lo ignoré olímpicamente, pero parece que alguien aún lo respeta, Jyushi lo saludó, con el "niisan" incluido.

       — Ow, que lindo es my sunshine, siempre tan lindo y tierno, I would like Ichimatsu to be like that.

Huí de allí, no soportaba la actitud de Cacamatsu y sus insoportables ganas de que le mate a golpes.

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Bajé rápidamente para cenar. Mamá me había llamado al no responder al llamado de Karamatsu.

Como siempre, comimos callados, pareciera que me habían llamado en vano.

[...]

Sentí el espacio de Ichimatsu, vacío. Me preocupaba cuando se escapaba a Dios-sabe-donde. Ya pasaron tres semanas desde comenzó a hacer eso. Pero está vez, sabré que ocurre. Y lo hago, porque siempre termino preocupandome mas por él. Lo sé, soy un enfermo.

Me levanté de mi sitio con sigilo y me dispuse a seguir a Ichimatsu.

Cuando salimos de casa, yo siguiendole a una distancia prudente, el volteó hacia una calle llena de cristales, donde si se daba cuenta que estaba siguiendole, era lo mas problable que me descubra.

Finalmente entramos al local, uno muy grande y de piso de madera, como para bailar tap.

Él se había desaparecido en lo que yo me distraje viendo los detalles inútilmente. No me quedó de otra que sentarme a esperarlo, me coloqué las gafas para evitar que me descubriera él ni nadie más.

Ichimatsu salió del cuarto en el que se metió durante cinco minutos. Tenía una máscara plateada cubriendo su nariz y frente. Unos pantalones ajustados negros y una camisa morada con un corbatín en el cuello de esta. En su cabeza reposaba un sombrero de copa negro con un listón blanco. Zapatos marrones.

La música era rara. Parecía musica antigua y moderna a la vez, las trompetas me tenían con el oído deleitado y la sinfonía de las melodías electrónicas resonaban en mi cabeza.

Me fijé por primera vez en el lugar. Era de ambiente alegre, lo contrario de Ichi. ¿ Por qué Ichi estaría aqui? ¿o esta matando el tiempo en la que no logra dormir?

La gente estaba vestida formalmente. Varones con camisas y chalecos elegantes o tirantes y damas con vestidos largos, sus cabezas decoradas con diademas de épocas  antiguas.

En el escenario habian personas con diferentes instrumentos de la orquesta; Violenchellos, trompetas, Contrabajos, saxofones, etc. Abajo, las personas bailaban de forma que nunca había visto antes, parecían de alambre.

Me percaté de my buraza, que el se unía al baile agitando con agilidad sus brazos y piernas de papel. Usaba su sombrero como parte de su danza, tirandola al aire como un recién graduado y mágicamente esta caía sobre su cabeza.

La fiesta o lo que sea que sea, me parecía muy divertida, por lo que me metí al mismo cuarto que se había metido  mi hermanito y rápidamente tomé una camisa azul, un saco negro, una corbata a rayas, pantalones y zapatos negros. No olvidé el antifaz de color negro metálico sobre mi rostro para seguirle el juego de "nadie sabe quien soy".

Cuando regresé al escenario, me percaté de un cartel de tela diciendo: "SwingFest" ¿que burazzas es eso?

Tomé a una chica para no pasar de sospechoso. Mi manos junto a las de ella, una en su cintura y la de ella en mi hombro.

Bailaba de acuerdo a la música. Luego la pasé a manos de otro hombre y así siguió.

Todos saltabamos, alegres, con picardía en cada movimiento.

Pensé que así que podría acercar a Ichi, pero él seguía bailando en un grupo de hombres y yo ya estaba exhausto.

Me senté en una mesa, pidiendo una copa de vino.

Sentí alguien mirándome por lo que me hice el misterisoso y no miré hacia quien venía.

Creí que era un chica que queria hablar conmigo, debido a que esta figura usaba una faja, que lejos de hacerle ver mas delgado, esta le quedaba grande a su delgadez y le hacía ver una femenina silueta.

Levanté mi mirada y reconocí a Ichi.

Mi hermanito se apoyó en mi hombro y se sentó en mis piernas.

       — Eres nuevo. ¿Nombre? — me preguntó mirando mi cuello, con ganas de quererlo morder.

De verdad este chico me estaba prendiendo, pero me dolía demasiado que hiciera este tipo de cosas no solo conmigo... no soy el único.

— Me llamo Karuko. ¿usted? — dije enseñandole una sonrisa de lado y rodeando su cintura.

       — Ichimatsu, y bailas bien como para ser tu primera noche.

Llegó mi copa de vino, al fin, pero al estar en esa posición el mesero me guiñó diciendo: — Bien hecho novato.

No entendí.

Intenté tomar de mi copa, siendo interrumpido por Ichi, quien se frotaba contra mis caderas. Él me arrebató la copa y tomó un sorbo, pero luego me besó, haciendome tomar el vino de su boca.

Definitivamente estaba conociendo la careta atrevida de Ichi, y no parecia estar su parte tímida.

       — ¿Sabes?, yo realmente no hago esto. Eres muy afortunado. Estas siendo besado por "la bailarina" del local sin que le pagues.

       — Si me di cuenta. — le hablé algo nervisoso, pues ya me proyectaba lo que iba a pasar.

       — Es que me haces acordar a la persona que amaba. — dijo jugando con el bulto de cartilago que sobresalía del cuello del mayor.

Karamatsu se sonrojó, siendo que esa podia ser la respuesta de por qué lo odia tanto.

       — ¿Amabas?

       — Si, ahora no sé si tu me estas excitando demasiado. — Ichi se frotó contra la erección del mayor y susurró en su oído. — Enserio, ayudame a olvidarlo.

[...]

Amaneció. Y no estaba en mi cama, estaba en la habitación dentro del local fiestero, estabamos completamente desnudos, pero en ambos aún estaban las plateadas máscaras que en el acto juramos no quitarnos.

Me cambié a mi polera con la que partí en la noche, y salí corriendo a casa, esperando que ninguno de mis brothers nos haya visto fuera.

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Cada noche iba.

Regresando a casa, para aparentar ser el  que todos odian.

Porque en las noches, soy otra persona, Detrás del antifaz.
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