Lo has roto.

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Estaba jodidamente nervioso. Esa misma tarde estaría jugándose con su hermano menor.

Y esta vez, no se le escapará de las manos.

Estaba vestido con un traje y en mis manos llevaba un ramo de rosas. Quería verse lo más presentable posible.

Se confesaria, declararía todos aquellos años de sufrimiento gracias a él, a Ichimatsu Matsuno, a aquel desgraciado masoquista que tomó su depravado corazón.

Sí,

Depravado, por desear de esa manera a su hermano menor.

A lo lejos, divisaba aquella codiciada figura, como algunas chicas envidiarian. Aún así, si su ropa de vago (su vieja polera y pantalones deportivos) opacara su hermosa y sensual figura de "nena".

El de azul, se quitó sus caros lentes oscuros para deleitar su vista con aquella figura con la piel de porcelana.

Al estar frente a frente, El de mirada triste se quejó totalmente disgustado a por la reunión del doloroso; llamándolo, como siempre, Kusomatsu.

Suspiró, trantando de calmarse, liberando su nerviosismo por su sensual dióxido de carbono (xd sorry, pero tenía que ponerlo).

Interpuso su ramo de rosas en frente suyo.

- Te diré mis intenciones, seré directo. Me gustas, y desde hace mucho tiempo. No lo soporto y quería saber si sientes lo mismo. Tú has sido, eres la luz de mi vida. Y me pregunto si, serás mi luz por siempre.

El rostro del de morado mostró la peor mueca de desagrado que pudo haber visto en el día.

- Maldito, enfermo. Pero aún así, te daré una oportunidad, idiota.

Feliz, se acercó a bersarlo.

"Me pregunto, cuanto tiempo esperé a esto."

Los deliciosos labios de Ichi eran devorados por los de Karamatsu, con necesidad.

Pero,

Lo empujó.

- ¿¡Qué rayos te pasa, zopenco?! ¿ACASO CREISTE QUE TE QUERRÍA? Créeme, nadie está dispuesto a estar contigo ni aunque le pagaran, no te olvides de mis palabras.

Oh por supuesto, jamás olvidará este momento.

Karamatsu sintió como esa pequeña esperanza de un amor imposible con Ichimatsu de por medio.

Pero, sin duda lo dejó con el corazón partido en miles de pedazos.

El, ahora, malo de la película, tiraba con rabia del ramo de flores rojas.

Después, le bofeteó. Como nunca jamás lo hizo.

Largándose de allí, dejando a un Karamatsu totalmente destrozado.

Sentía como cada una de sus neuronas pedían un fin. Fin a la escoria de vida que poseía.

Dejó colgar el gran devastado ramo, testigo de su sufrimiento. Sintió las escurridizas lágrimas correr por sus mejillas y aquí sentimiento suicida en su pecho.

"Misión cumplida, Ichimatsu. Lo has roto."

Karaichi drabbles Y One-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora