¿Seguimos siendo amigos? –
Levanté mi vista hacia su rostro. No había notado que estaba mirando mis manos, de nuevo. El chico que tenía en frente mío era... Normal. Completamente. Jasson no era tan atractivo comparado con los demás chicos de la escuela, pero para mí era hermoso. No tenía un cuerpo como para morirse, de hecho era alto y delgado. De lejos, podías ver lo frágil que era, porque ella lo dejó así. Apreté mis puños por la rabia. Ella, estando muerta, seguía acabando con él.
Asentí ante su pregunta.
En su rostro se esbozó una enorme sonrisa y lo asustadizo en sus ojos desapareció sin dejar rastros, volvió la pena burlona en ellos.
Entonces... –Dije contagiada por su sonrisa– ¿Sin clases hoy, eh?
¿Qué tienes en planes, Monroe? –
–Fruncí los hombros– Un motel, tal vez...
Lo miré seriamente, noté que se ruborizó demasiado. Parecía que una niña, que estaba jugando con el maquillaje de su madre, le había puesto demasiado rubor por todo su rostro. Reí, tan fuerte que mis entrañas dolieron, tanto que lloré. Esta vez fue diferente porque no lo hice por su honestidad sin lastima, lloré por su inocencia.
Soy virgen –Dijo–
Dejé de reír, me atraganté con la saliva de hecho. ¿Hablaba en serio? No digo que yo ya haya abierto las piernas, pero hubieron tantas oportunidades para que lo hiciera. Si yo, que era asquerosamente... bueno, ya saben mi desprecio hacia mi físico. Pero, si yo era así y tuve varias oportunidades... ¿Cómo él todavía continuaba siendo virgen?
¿Por qué? –Reí fingidamente–
No espero a la chica correcta –Dijo– Solo que lo haré hasta que cumpla los años que tenía Hannah cuando la perdió...
Y... la cagó. Hannah. No entendía como era posible que ese fuera su único tema de conversación. Entonces me pregunté si él tenía amigos, personas a quien contarles estas cosas o incluso si las contaba. Pensé lo que me dijo, sin duda su obsesión por su hermana era una estupidez. Digo, entiendo que la ame, tampoco soy tan cruel, pero... ¿Esto? ¿Qué mierda? No sabía cómo tenía el semblante, pero presentía que bastante malo.
Hicimos una apuesta –Sonrió– Dije que ella moriría sola y virgen...
Espera –Hice una seña con mi mano– ¿Seis años y ya sabias del sexo?
–Jasson rió sonoramente– Pensaba que virgen era como decir... un insulto... De alguna manera lo entendí así porque oía a sus amigas que querían sacarse su virginidad de una vez.
¿Y entonces? ¿Qué pasó? –
Claro que cuando traté de insultarla con esa palabra, me golpeó –Reí– Luego apostamos...
–Negué burlona– ¿Cómo supiste que ella dejó de ser virgen?
Un chico vino y me lo dijo –Agrandé mis ojos– Claro que lo golpeé porque me hizo perder la apuesta, era inocente.
–Reí sonoramente– Y decidiste quedarte con ese insulto hasta... ¿Cuántos años?
Lo perdió a los diecisiete, alrededor por ahí –
Ah –Comenté– ¿Cuándo es tu cumpleaños?
¿Me vas a quitar la virginidad o qué? –Rió triunfador–
–Lo golpeé en el brazo– No, idiota –Fruncí mis hombros– Solo quería saber para ese día regalarte una caja de condones...
–Jasson negó con su dedo índice– De eso se encarga Edward, lo prometió.
¿Edward Férnetti? –Asintió– Pero, él no parece de las clases de personas que... –Mi voz se fue apagando al soltar esas palabras–
¿De las clases de personas que no se juntan con personas como yo? –
–Negué impaciente– Él es de la clase de personas fiesteras y tú... Bueno, tú...
Ya, lo sé –
Miré mis manos nerviosas. Había un incomodo silencio.
No es gay, si piensas en los rumores sobre él... –Dijo haciendo muecas–
¿Por qué la palabra "Gay" es un insulto y "Heterosexual" no? –Pregunté ofendida–
¿Es que no entendía que si fuera gay, no tenía nada de malo?
–Frunció sus hombros– ¿Por qué la palabra "Negro" suena mal y "Blanco" no?
Touché.
¿Por qué la palabra "Gorda" duele y "Delgada" no? –Intervine–
–Asintió– Tres palabras: Sociedad de mierda.
Y, por primera vez, concordé con Jasson Arthur.
A veces no sé cómo seguir la conversación, pero tampoco quiero que termine. Nunca quiero que termine con él.
Entonces... –Habló después de un largo silencio– Un motel, ¿eh?
–Negué burlona– Hiciste una promesa...
La rompería por ti –
Las palabras fueron como un golpe en mi rostro. No amaba a Jasson, eso estaba claro, pero si tenía una atracción física por él. El hecho de haber dicho que haría una excepción por mí, fue lo mejor para mi ego. Me imaginé que nos besábamos en un cuarto, luego la escena se intensifica en mi mente y siento cosquillas en mis mejillas. ¿Deseaba tanto a Jasson? Si, lo deseaba. Fue un gran paso para mí, pensé que esto solo sería una amistad... Pero, ya veo que las amistades, entre hombres y mujeres, no existen. Miré a Jasson a los ojos, esos ojos verdosos y marón en el centro. Su rostro pálido resaltaba su color, tenía una mirada hambrienta, su pelo estaba alborotado y aún así, lo encontraba irresistible. Entonces entendí que Samantha lo quería, sí, pero como a un trofeo. Solo por su virginidad, como siempre. No quería pensar que Lesgins robaba la virginidad a otro chico inocente y luego lo destruya. No quería que destruya a Arthur, porque él sería mío. Listo, ya lo dije. No era mío, pero aún así lo defendía de ella con todas mis ganas.
Jasson... –Mi voz salió demasiada ronca–
–Sus ojos se ubicaron en mí– ¿Si?
Sé que me arrepentiría por esto, ya me lo había confesado. Pero necesitaba volverlo a escuchar.
¿Qué me consideras para ti? –Agrandó los ojos como platos– Digo... ¿Mejores amigos, amigos, conocidos...? –Dije inmediatamente–
Ladeo su cabeza sonriente.
Mi hermanit... –Susurró–
Piénsalo bien –Lo interrumpí–
Me miró confundido, luego miró el cielo y frunció su ceño. No quería esa respuesta, odiaba esas palabras. Después de una eternidad, su mirada se entrelazó con la mía.
No lo sé, Amy –Dijo– No lo sé.
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Anorexic Love
Roman pour Adolescents''El pasado siempre volverá'' dijo él apenado. ''Tú lo has dicho'' respondí, ''Tu pasado, no el mío'' Él me miró, sus ojos nerviosos por las palabras que saldrían de mi boca. Busqué palabras no hirientes en éste cerebro de poca eficacia, rayos. ''Ah...