¡Dylan! –Mi voz hace eco en el comedor de mi casa–
El pequeño niño con demasiada autoestima baja saltando escalera por escalera cantando lo feliz que está, sabe causar ternura este chico. Miro de reojo a Jasson, se encuentra tomando un vaso de agua y observa la puerta esperando a que Dylan pase por ésta…
¿Y mis dulces? –Pregunta ya delante mío, ni siquiera lo había notado–
¿Son para ti? –Pregunta Jasson–
Bufo desde una esquina, Jasson se ha puesto de cuclillas en frente de Dylan y le sonríe de una manera inexplicable. Cómo si Dylan fuera él.
Si –Responde Dylan sonriéndole–
Por supuesto que son para él… ¿Para quién más podría…? –Me detengo, Jasson todavía no confirma lo que piensa que hago– Y también para mí…
–Mi hermanito frunce el ceño y me mira– Cómprate tus dulces, Amy… –Dice y me dan ganas de patearlo– Tú ni siquiera consumes dulces…
Jasson se ríe y le entrega la bolsa a Dylan, él le da las gracias y nos avisa que estará viendo "Pokemon" en su habitación. Asiento, seguidamente él se retira dejándonos solos a Jasson y a mí. Un silencio incomodo gobierna la cocina, Jasson se ha puesto firme y sigue tomando el resto del agua que le queda en el vaso.
¿Quieres algo para comer? –Le pregunto y él casi se ahoga con el agua–
Me mira fijamente y asiente. No es gran cosa lo que hago, solo le ofreceré comida a él.
«Tienes que comer, Amy. Sino confirmará todo» Habla mi subconsciente.
Niego rotundamente, no lo haré. He llegado lejos y no porque éste chico me intimide signifique que lo haré. Abro la heladera y busco algo que se pueda calentar en el microondas. Mis manos sostienen un plato con un sándwich encima. Abro la puerta del microonda y dejo el plato ahí. Pongo el tiempo y empieza a calentarlo.
¿Solo un sándwich? –Pregunta Jasson apoyándose en mesón–
–Asiento– Yo ya comí… –Lo miro de reojo y él eleva una de sus cejas–
Ajá… –Murmura– Igual, tendrás que comer conmigo porque no me gusta hacerlo solo…
Trago saliva y observo el sándwich, es suficientemente grande como para partirlo en dos. Me golpeo mentalmente la cabeza e intento buscar una excusa.
No tengo hambre –Repito sin pensar–
Jasson saca el plato del microondas y el olor inunda mis fosas nasales. Mi estómago se despierta, miro a Jasson y él empieza a dar mordiscos delante mío. Desvío la mirada. Me está provocando, el muy hijo de…
¿No quieres? –Niego y muerdo mi labio inferior–
Amy… –Dice y me obligo a mirarlo– Estás muy delgada ya…
Me sonrojo, ¿Es cierto? Me observo y pienso. Ciertamente mi ropa me ha quedado más holgada últimamente. Sonrío para mis adentros, tal vez ya no sea necesario esto… Tal vez…
«¡Te está mintiendo, Amy!» Habla una voz desesperada dentro de mi cabeza.
Lo miro incrédulo, él vacila por unos momentos, cierra los ojos y frunce su ceño como si estuviera pensando. Cuando los abre, me sonríe.
Eres muy hermosa, Amy –Dice en voz baja, siento cosquillas en las mejillas– Eres una de esas chicas que no importa cómo vistan, cómo se comporten, cómo tienen la silueta… –Avanza unos pasos más, acercándose a mí– Siguen siendo perfectas…
"Perfecta", pienso. No lo soy, eso es una mentira.
«Te está manipulando, ¿Qué no lo ves?»
Solo necesitas a alguien que te lo recuerde todos los días –Me sostiene de los brazos y me dedica una sonrisa–
No –
«¡Eso!» Grita mi subconsciente
–Jasson frunce el ceño– No necesito de un hombre para sentirme bien… –Digo– Sé qué necesito para verme bien y tú solo estás estorbando el camino.
Haces esto porque no hay nadie que te haya dicho lo hermosa que eres –Niego, solo son palabras– Hannah lo hacía…
Dice y logra captar toda mi atención. ¿Él sabía los motivos que tenía su hermana? Y como si hubiera leído mis pensamientos continua hablando de ella…
Ella… –Sonríe recordando– No dejaba que nadie entre a su habitación… –Frunzo el ceño, mi madre limpia mi habitación, ¿Por qué…?– Ocultaba sus tabletas por ahí…
¿Tabletas? –Lo interrumpo–
Sí, detrás del armario de libros… –Jasson frunce su ceño, está confundido– Las tabletas… –Dice obvio– Para… –Se detiene– ¿Tú no las usas? –Niego y el sonríe– Al menos, no has llegado al punto máximo en esto…
Asiento y lo invito a mi habitación. Ciertamente tengo demasiada curiosidad con respecto a su hermana, básicamente lo había logrado. Aún no había sacado jugo de esto y claramente Jasson sabía hasta qué punto máximo llegar sin morirse aún, necesito saberlo.
¿Cuántos años tenías cuando ella…? –No logro terminar la pregunta–
Seis años… –Responde de inmediato– Tenía la mitad de edad que tu hermano… No entendía nada, solo que ya no volvería a verla…
¿Cómo sería decirle a tu hijo menor que su hermana ha muerto? Me pregunto. De pronto me imagino ser Dylan, mis padres saliendo de esa habitación con lágrimas en los ojos y diciéndome que no la volvería ver… Y yo, jugando con mis dedos con el ceño fruncido, sin entender nada.
Yo vi cómo murió –
Mis ojos se agrandan de par en par, eso sí que no me lo esperaba. Ese momento debió haberlo destrozado por completo, ver los últimos minutos en los que tu hermana aún respira y luego que ese estúpido aparato del ritmo cardiaco suene.
Pensé que estaba durmiendo –Ríe con lágrimas cayendo por sus mejillas– Empecé a llorar porque creí que los doctores la estaban lastimando…
Jasson –Busco las palabras correctas– Sé que esperas a que cambie de opinión pero…
¿Qué? –Pregunta con el ceño fruncido– No, sé que seguirás con esta mierda. Solo quiero que me expliques por qué lo haces…
Su petición me asombra, ¿Por qué lo hago?
Estoy cansada de pedir una talla más cuando voy a comprar ropa –Le digo recordando los motivos– Cansada de ver que otras chicas tienen más resistencia física porque son delgadas, cansada de ver que los hombres prefieren a las mujeres delgadas…
No es cierto –Protesta– No todos somos así
Lanzo una carcajada, ¿Hablaba en serio? Si empezabas a andar por la calle, veías a una muchacha delgada con un chico igualmente delgado… Negué, la frase "Los opuestos se atraen" no era más que un intento para darte falsas esperanzas.
Hablas como si fueras la diferencia… –Le digo negando con una sonrisa– Dejemos en claro algo, Jasson –Digo y lo observo a los ojos– Yo no voy a terminar esto.
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Anorexic Love
Novela Juvenil''El pasado siempre volverá'' dijo él apenado. ''Tú lo has dicho'' respondí, ''Tu pasado, no el mío'' Él me miró, sus ojos nerviosos por las palabras que saldrían de mi boca. Busqué palabras no hirientes en éste cerebro de poca eficacia, rayos. ''Ah...