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Querida Candy,
Creo que es momento de vernos de nuevo, ¿te parece? Quiero llevarte a un lugar que supongo esta vez sí será de tu agrado: haremos un picnic en Greenwich.
Prometo que esta vez me comportaré mejor, esperando que eso signifique lo mismo para ti que para mí.
T. G. Grandchester
-o-
Querido Terry,
Agradezco mucho tu invitación, y muy especialmente la caballerosidad de tu última oferta. Estaré esperando el día de nuestro encuentro.
Candy White Ardlay
P.D. Me encantará salir de picnic contigo.
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Terrence Grandchester aparcó su automóvil frente a la entrada de Stonehurst Hall, donde Crawford ya lo esperaba al frente de la mayoría del personal de servicio del castillo condal: todos vestidos con elegantes uniformes de negro y blanco - ellas con cofia, ellos con chaqueta - y dispuestos para la recepción en una fila casi militar. El formal contingente acompañaba a Lady Jane, quien esperaba la llegada de Terry frente a la magnífica entrada del palacio.
Para Crawford era todo un orgullo seguir la tradición y mostrar al importante recién llegado la elegancia y eficiencia con que se conducía la servidumbre del lugar. En Inglaterra no había muchos duques y por lo mismo no era frecuente la ocasión de hacer gala de una recepción semejante, así que esta vez Crawford casi celebraba tener la oportunidad de hacerlo por segunda ocasión en menos de un mes. La señorita Ardlay había conseguido lo que ninguno de los Stockwell había logrado antes: que el Duque de Grandchester anunciara sus visitas con anticipación.
Terry bajó de su automóvil quitándose los guantes y el sombrero para entregárselos a Crawford con una mirada de asentimiento que el mayordomo agradeció, con un ancestral orgullo por su trabajo. En la entrada, fue Jane quien recibió al duque con suma cordialidad para conducirlo hasta donde Candy lo esperaba.
- Hola Grandchester, siempre es un gusto recibirte. Pero en esta ocasión, es además toda una sorpresa – lo saludó Jane, refiriéndose a su compromiso con Candy. Sin embargo, por un momento lamentó mucho todo lo que eso implicaba para su hermanita más pequeña.
Terry agradeció el recibimiento.
- Espero no importunar… - respondió él, recordando el mismo asunto. Tampoco era su intención incomodar a Aveline.
- En lo absoluto – Jane trató de hacerlo sentir lo más bienvenido posible, dadas las circunstancias. Luego mencionó, como si el detalle fuera intrascendente – Por cierto, Ethan y Aveline se disculpan por no estar presentes en esta ocasión de tu visita. Aunque sabemos que a quien vienes a buscar es a Candy.
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Quedate Conmigo
FanfictionEl miraba su espalda " Se fue sin mirar atrás ni una sola vez... Ni una sola vez..." y ella tembló, "¿Para qué vine a Nueva York? ¿Para ésto?... ¿Para qué?" Porque ellos, y nadie más, habían decidido : ella se había ido sin mirar atrás y él no habí...