CAPÍTULO 17: El mejor día de mi vida

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CAPÍTULO 17: El mejor día de mi vida.

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Desde que había regresado a Graham Manor, ya como un adulto, Terry nunca se había entrevistado con su madrastra como lo hizo aquella mañana. Usaba sólo unos pantalones gris oscuro y estaba en mangas de camisa, con la prenda descuidadamente colocada como si apenas hubiera tenido tiempo de meterla en el pantalón. Sin embargo, lo que no había cambiado era el ánimo nefasto con el que siempre recibía a la mujer, sobre todo cuando se atrevió a interrumpirlo en su primer despertar junto a su esposa.

- ¿Qué quiere, señora? - le preguntó Terry sin saludarla siquiera, reuniéndose con la duquesa en la salita contigua a su habitación. Odiaba dejar a Candy, aunque fuera por un momento, y sobre todo la forma en que la había dejado - Espero que no se trate otra vez de alguna de sus tonterías.

Sophia de Grandchester tenía la boca crispada, a medias entre la rabia y el miedo. Sin embargo, aun así no podía deprenderse de su naturaleza entrometida.

 Sin embargo, aun así no podía deprenderse de su naturaleza entrometida

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- ¿Qué fue lo que pasó aquí anoche, Terrence?

- Me casé - contestó él, escueto. Luego insistió - ¿Qué es lo que quiere?

La duquesa abrió mucho los ojos, sorprendida por la noticia de su matrimonio. Luego arqueó las cejas, pensando que ese era un tema que debería dejar para más tarde.

- Terrence, Blaire se fugó anoche - sollozó la señora, con un dejo de desesperación.

Fue el turno de sorprenderse de él.

- ¿Con Wharton?

Ella asintió, débilmente.

- Blaire y yo tuvimos una gran pelea ayer - explicó - Le advertí sobre la investigación que estaban haciendo desde el Parlamento; esas patrañas en las que Sir Bradley está tratando de involucrar a mi pobre hermano...

- No son ningunas patrañas - intervino Terry, irritado - Y su hermano sí que está involucrado. Es más, me atrevo a decir que es uno de los cabecillas de la operación...

- ¡Tonterías! - la voz de la duquesa se quebró - Anoche... anoche fueron a arrestarlo como si se tratara de cualquier vulgar hijo de vecino. ¡Es un conde! Y se atrevieron a enviarlo a la Torre de Londres - la señora sollozó una vez más - Van a juzgarlo.

Terry apenas se inmutó. No podía sentir compasión por un criminal como ése, por más "noble" que fuera. Y aun así, pensó, semejante canalla no iba a sufrir la justicia de la gente común porque los pares ingleses sólo podían ser juzgados por iguales, y sólo podían ser condenados por una comisión integrada ex profeso en la Cámara de los Lores.

- ¿Lo enviaron a la Torre?

- Sí. Entre algunas otras cosas, también lo acusan de tener contactos con el Reich Alemán durante la pasada guerra.

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