El corazón de Candy le retumbaba tan fuerte dentro del pecho que creyó que Terry podría oírlo. Parecía un sueño que él estuviera aquí, y todavía más que ella lo llevara de la mano al interior de su habitación hasta donde él se dejó conducir, casi dócilmente. Ella apenas podía creer tenerlo así, rendido bajo su toque, sintiendo en el contacto de su mano como si él ya le estuviera hablando antes de siquiera empezar a usar las palabras.
La alcoba era cálida y levemente iluminada por los claroscuros de las llamas que crepitaban en la chimenea, pero a Candy le pareció un lugar totalmente distinto ahora que Terry estaba con ella. La joven se volvió hacia él y lo miró a los ojos, con los suyos también llenos de interrogantes... esta noche tenían tantas cosas por decirse.
- Candy... - después de contemplarse unos momentos, fue Terry quien habló primero. Su voz era cauta - ¿Estás bien?
Ella intentó sonreír y asintió, apenas. Estaba muy nerviosa, y deseaba que él no se diera cuenta.
- Ahora sí - suspiró por respuesta, pero cuando notó que el momento se estaba volviendo más íntimo de lo que ya era de por sí, soltó la mano de Terry y se volvió hacia la ventana con el pretexto de cerrarla. Esperaba que su corazón se sosegara al poner un poco de distancia física entre ellos.
- ¿Quieres sentarte? - ella le señaló un mullido sillón cerca de la chimenea pretendiendo sonar casual, como si recibir visitas en su habitación de madrugada fuera lo más normal del mundo.
ESTÁS LEYENDO
Quedate Conmigo
FanfictionEl miraba su espalda " Se fue sin mirar atrás ni una sola vez... Ni una sola vez..." y ella tembló, "¿Para qué vine a Nueva York? ¿Para ésto?... ¿Para qué?" Porque ellos, y nadie más, habían decidido : ella se había ido sin mirar atrás y él no habí...