Capítulo 17

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La noche había sido miserablemente larga, pero habíamos cumplido nuestro objetivo. Sabíamos de cuantos refuerzos contaban con los monjes y podríamos preparar la ofensiva. Los enanos habían sido informados de que precisábamos de su ayuda y en estos momentos volaban a lomos de salamandras para unirse a nuestro ejército. Miré la luz del día que se filtraba a través de la tienda y me puse el brazo en los ojos. Una mano se deslizó suavemente por mi vientre y me hizo sonreír por las cosquillas.

- Querida mía, ¿has podido descansar? - me dijo Arco acercándome a él.

- No mucho, pero es hora de levantarme. A no ser.... - me di la vuelta para mirarle - que tengas algún plan alternativo, Escamoso. - Me dio un beso en la nariz.

- Nos esperan para ultimar la ofensiva, amor mío.

- Pero... no tenemos una hora concreta, hagámosles esperar unos minutos más - me tumbé encima de él y se rió guturalmente. - Quien dice minutos... dice horas - le besé en el pecho.

Caímos agotados en la cama después de hacerlo y Arco me abrazó con fuerza como si no quisiese soltarme.

- Ha sido muy duro lo de esta noche, ¿verdad?

- Yo... - suspiré - no vi otra salida.

- Lo sé y lo lamento, no debieras haber estado en esa tesitura. - Me besó suavemente.

- ¿Cómo se lo explicarás a los humanos?, no se quedaron satisfechos con mi actuación.

- No temas, yo me ocuparé de ellos.

- ¿Sabes que Joan me defendió delante de ellos?, fue extraño y siniestro...

- Por lo que sé, la impresionaste mucho con lo que hiciste. Quizá sea el principio de una...

- Ni se te ocurra terminar esa frase, Escamoso... Esa dragona y yo no tendremos nunca 'una' nada... Ni de broma...

- ¿Qué pasó entre Draco y Slar? - dijo cambiando de tema.

- ¿Pasar?, nada... lo de siempre... ¿por? - le miré por un momento extrañada, luego me di cuenta - ¡Oh! ¡Oh! Por favor.... No me digas que es uno de esos momentos en los que me tengo que preocupar por los sentimientos de alguien.... Oh no.... No es justo....

- Slar sufre por ti, querida, deberías hacer algo...

- La última vez que hice algo acabé reclamando un dragón y destrozando la explanada, aparte de que casi mato a un jinete y su dragón... No.... Además, Draco nunca me lo perdonaría si le reclamase y no haré nada que moleste a Draco.

- Te aconsejo que hables con los dos, querida... esto se te puede escapar de las manos y no reaccionas bien cuando no eres capaz de controlar las cosas.

- Slar ha dormido miles de años y antes de eso vivió miles de años más... creo que podrá soportar el tenerme como reina, no soy tan importante Arco, es una gárgola.... - El Rey cerró los ojos por un momento y negó con la cabeza.

- Te estoy avisando querida, tendrás problemas con este tema.

- ¡¡¡Arrrggghhhhhh!!! Tenemos una batalla en ciernes y tú quieres que ande mimando a un par de viejos dragones bobos que se sienten heridos!!! ¡¡Estoy harta!!!

Me levanté, me vestí y salí de la tienda enfadada. ¡Dragones!!! Ni en mil vidas los comprendería. Llamé a Draco con mi conexión y le vi volar en mi dirección, ni siquiera se paró y me izó en el aire para salir volando los dos juntos hacia una zona apartada.

Trilogía Jinete de Dragón: Jinete de Dragón (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora