Volver a subir hacia el Monasterio era como ir al matadero, me sentía exactamente igual. Los representantes de las razas aliadas nos seguían y nos dispusimos otra vez en el gran patio del monasterio a la espera de los seres alados. No tardaron mucho en aparecer y mi corazón dio un salto por el miedo. Sujeté con fuerza la mano de Arco mientras que intentaba no salir corriendo. Detrás de mí Draco y Slar estaban tan cerca que sentía su aliento en mi nuca.
- El momento ha llegado Reina Dragón - dijo uno de los monjes - nuesstross hermanoss necessitan un nombre. - Los tres se pusieron enfrente de mí.
- Micael - uno de ellos dio un paso hacia mí e inclinó la cabeza - Yibrael - otro volvió a dar un paso hacia mí e Irifael - dije con voz clara dirigiéndome a cada uno de ellos. Los humanos se sorprendieron, los nombres que había escogido era versiones antiguas de los arcángeles de la Biblia. Me parecieron apropiados para aquellos seres. Uno tras otros me hicieron una pequeña reverencia.
- Gracias, madre - dijo Micael que siempre era el que hablaba.
- No debéis agradecerme nada, Triunvirato - sentía la presencia de mis amigos detrás de mí y me dieron fuerzas - No volváis a llamarme así, no soy vuestra madre, solo fecundé los huevos porque el Original amenazó a la gente que amo, no porque anhelase vuestra existencia - vi que Irifael volvió a fruncir el ceño... ósea que tenían sentimientos y mis palabras les habían molestado... - Sois un mal necesario para la supervivencia de las razas que pueblan la Tierra pero eso no os convierte en imprescindibles, ni en amados. Cumplid vuestra parte del trato y nosotros cumpliremos la nuestra. No habrá relaciones personales entre nosotros. - Irifael pareció que se movió levemente hacia mí pero el brazo de Yibrael lo contuvo.
- Respetaremos tus decisiones, Reina Dragón, no volveremos a dirigirnos a ti con términos tan personales ni buscaremos tu compañía. - Dijo Micael.
- Hablad entonces, ¿cómo detenemos las hordas que azotan el mundo? - dijo el Rey a mi lado.
- Nuestro padre nos ha dado el poder de pararlas pero solo cuando estamos lo suficientemente cerca de ellas. Llevadnos hasta donde se están librando las batallas y nosotros haremos el resto. - Volvió a decir.
- Partiremos dentro de poco, estad preparados - volvió a decir el rey - querida mía, nosotros también partiremos, nos espera un largo viaje.
La comitiva dio la vuelta y salimos hacia el exterior del monasterio, constantemente bloqueaba las conexiones con aquellos seres emplumados y me obligué a mirar al frente y no echar un último vistazo a aquellas cosas surgidas de mi esencia.
- ¿Cumplirán? - me preguntó el rey en voz baja mientras caminábamos hacia el campamento.
- Sí, pero Irifael está molesto por mis peticiones.
- El otro que no habló, Yibrael... ¿qué posición ocupa?
- Analiza los datos y da las órdenes, los otros dos acatan sus decisiones.
- ¿Micael es el portavoz?
- Creo que sí, Yibrael parece que es el que acomete las acciones.
- Mente, voz y cuerpo... una combinación peligrosa - dijo el rey.
- Y todos están bajo el dominio del original. Tendremos que tener cuidado.
- ¿Has sentido algo? - negué con la cabeza.
- Nada por el momento, la opinión acerca de sus 'hijos' la guarda bien y realmente me alegra que sea así.
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Trilogía Jinete de Dragón: Jinete de Dragón (II)
FantasyLa guerra continúa... Senda ya no es un aprendiz, ahora se ha convertido en un poderoso Jinete de Dragón. Pero la supervivencia del planeta depende de las alianzas forjadas entre el mundo humano y el mundo de los dragones. Nuevos aliados surgen, al...