Capitulo 13

255 14 3
                                    

No sabía que hacer ahora que me había dado cuenta de que seguía completamente enamorada de David. Lo único en lo que podía pensar era en que esta vez, aunque volviera a destrozarme el corazón verlo con otra chica, ya que me había dicho que se estaba fijando en otra, no iba a apartarme de él otra vez. Tendría que aprender a convivir con ello.

Tampoco sabía que hacer con Dani, desde que lo había conocido me había caído muy bien y sabía que si no fuera por mis sentimientos por David a estas alturas seguro que estaría enamorada de él, pero también era consciente de que aunque lo intentara mis sentimientos por él nunca serían tan intensos como lo que sentía por David.

Tenía la cabeza echa un lío así que cuando llegué al portal y pasé por delante de la puerta de las vecinas llamé al timbre y esperé a que me abrieran. Nely estaba claramente tanteando mi estado de ánimo pero en cuanto vio mi cara me dio el abrazo más grande que me había dado hasta el momento y eso que normalmente sus abrazos hacían que me quedara sin respiración de lo que apretaba.

Fue un desahogo para mí contarles absolutamente todo lo que se me había pasado por la cabeza desde que había salido de la cama de Dani hasta que había llegado a su casa y cuando acabé de hablar vi en sus caras que estaban bastante preocupadas por mí.

— Sofi... ¿Por qué no le das una oportunidad a David? —preguntó Nely con cuidado, no quería volver a enfadarme.

— Porque él sólo me quiere como amiga. Siempre me quiso así y con eso me conformo.

— Eso no es así, no debes conformarte sólo con eso. —replicó Marta, ahora se había unido al bando de Nely en su misión por juntarme con David.

— Si le digo lo que siento se va a alejar de mí, me va a volver a dejar. Prefiero tenerlo solo de amigo que no tenerlo.

— O quizás puedas acabar teniendo al novio que siempre quisiste. —me contradijo Nely

— Piensa bien si no merece la pena arriesgarse. —apoyó Marta lo que había dicho su novia.

— No merece la pena, para lo único que va a servir es para que acabemos estando incomodos cuando estemos juntos. Para eso estoy mejor callada, me trago mis sentimientos y sigo para adelante.

— ¿Y qué vas a hacer con Dani? —preguntó Marta.

— Pues... no lo sé. Me sentiría muy mal estando con él cuando estoy enamorada de otra persona, pero también lo quiero.

— Pero no estás enamorada de él. —recalcó Nely—. Y es un gilipollas —murmuró por lo bajo, no le hice caso.

— Hasta que no me aclare un poco no lo voy a dejar. —tomé esa decisión un poco a la desesperada.

— ¿Tienes miedo de que si lo dejas no vas a volver a estar con nadie o qué? —preguntó Marta medio de broma sin saber que había dado en el clavo.

— Pues...

— ¡No puede ser! —contestó Marta seria—. Sabes perfectamente que cualquier hombre querría estar contigo, ¡tienes a dos babeando por ti!

— ¿Qué dos?—pregunté, uno era bastante obvio Dani, pero, ¿el otro?

— Nada. —me contestó después de que Nely y ella cruzaran una mirada medio rara.

Al final cambié de tema porque me aburría mi drama personal, además hacía días que no veía a las que ya prácticamente eran mis mejores amigas junto con Sara y quería que me pusieran al día de todo lo que habían hecho. Cuando nos pusimos al día de todos los cotilleos me fui directa a casa para descansar.

— ¡Enana! Que tarde llegas hoy. —me recibió David desde su puerta cuando llegué a la mía.

— Sí... he estado con Dani por la tarde y a la vuelta paré a hablar un rato con las chicas. —contesté abriendo la puerta, quería estar sola así que cuanto antes me librara de él mejor.

Esos besos que me dasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora