Capítulo 16

251 12 4
                                    

En cuanto llegamos a casa les conté todo lo que había pasado con David, bueno todo lo que recordaba porque tenía algunas lagunas de lo que había pasado en la fiesta de fin de año.

— ¿Qué vas a contestarle? —preguntó Marta preocupada.

— Todavía no lo sé. Tengo miedo de que las cosas entre nosotros no vayan bien y al final nos carguemos del todo nuestra amistad —murmuré triste—. Además, no creo que le haga demasiada gracia a Jess que salga con su ex.

— ¡Dejar de pensar en Jess y céntrate en lo que tú quieres! —gritó Nely — A ella no le importaron nada tus sentimientos hace años cuando empezó a salir con él.

— Por eso mismo... Lo último que quiero es parecerme a ella.

Estaba bastante desanimada, es curioso que por fin oyera lo que llevaba años soñando con oír y que eso me provocara una crisis existencial. Tenía serias dudas de que David fuera feliz conmigo y que nuestra relación tuviera alguna posibilidad de funcionar. Sí, nos llevábamos muy bien como amigos, pero estaba completamente convencida de que no iba a funcionar.

También estaba un poco dolida, había salido con mi mejor amiga sabiendo que yo sentía algo por él. En el fondo entendía lo que pretendía hacer, pero eso no hizo que se me olvidaran todas las lágrimas que derramé durante todo el tiempo que tuve que presenciar lo que ellos hacían, todas las veces que se besaban, todas las veces que se decían cosas cariñosas. Todo ese sufrimiento porque ninguno de los dos fue lo suficientemente valiente como para admitir nuestros sentimientos.

Cuando volví a casa no había rastro de David, sabía que estaba en casa porque escuché como hacía ruido dentro de ella y porque me había mandado un mensaje diciéndomelo en cuanto llegó para que no me preocupara. Siempre le pedía que me enviara un mensaje cuando llegara a los sitios si cogía el coche, solo para quedarme tranquila.

Eché un poco de menos que no saliera como siempre al rellano a recibirme, pero también agradecí que cumpliera su promesa de dejarme tiempo para pensar.

Tenía que hablar con Dani cuanto antes también, no podía seguir más con esa farsa de relación y aunque era importante acabar pronto con ese tema, lo dejé para el día siguiente porque no tenía ánimos para nada más que para tumbarme en cama para pensar. En algún momento de la noche me quedé dormida con la ropa puesta encima de la cama, sin taparme ni nada.

Me desperté al día siguiente sabiendo que me iba a esperar un domingo difícil, lo primero que hice fue quedar con Dani para ser sincera con él de una vez. Quedamos en que nos veríamos por la tarde porque no podía quedar antes conmigo, ¿en qué estaría metido para no poder quedar un domingo por la mañana? Supongo que eso ya no era algo que me tendría que importar.

Cuanto más pasaba el tiempo más nerviosa me ponía y menos sabía que decirle, no sabía como cortar con él. Lo único que quería era salir corriendo una vez más y no mirar atrás, pero tenía que empezar a ser madura de una vez y afrontar las decisiones que había tomado.

Llegó la hora en la que quedamos que vendría Dani y me molestó muchísimo que llegara tarde, le había dicho que tenía que hablar con él urgentemente y venía tarde. El enfado hizo que me fuera bastante más fácil de lo que pensaba cortar con él.

— Tenemos que dejar de salir, ya no te quiero como antes —dije completamente seria.

Quiso que le diera explicaciones de por qué quería cortar, le expliqué que mis sentimientos hacia él habían cambiado y que sólo lo veía como un amigo, que no estaba enamorada de él y que estaba segura de que nunca lo estaría. No quise meter a David en el medio de esto porque no valía la pena teniendo en cuenta que ni yo tenía muy claro que aunque se me declarara, íbamos a intentar algo.

Esos besos que me dasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora