Aprendiendo de mi pelirrosa |SasuSaku|

Capítulo 2

—Díganme, ¿cómo les está yendo con las chicas? —cuestionó interesada—. Naruto, pude ver que estás esquivando a las chicas que quieren obsequiarte algo —soltó divertida.

—No lo hice con mala intención, Ino —contestó apenado—. Simplemente no quiero hacerlas sentir mal por rechazarlas, o rechazar sus regalos.

—Ya veo, pero, ¿no hay ninguna chica que te interese? —preguntó sonriendo ampliamente, quería sacarle la verdad, no podía safarse tan fácilmente de su interrogatorio.

—Bueno... —dudó, rascándose la nuca repetidamente, miró de reojo a Hinata y volvió su mirada a la rubia—. Sí...

—¿Ajá? —musitó, para que él prosiguiera—. ¿Y quién es?

—Pues...

Estaba a punto de contestarle, pero un estudiante que entró al salón lo interrumpió, éste estaba repartiendo algunas cartas, ésto debido a que algunos estudiantes habían participado voluntariamente para ser carteros.

—Disculpen, tengo unas entregas para... —informó, mientras caminaba hacia ellos, con una mano sostenía una caja de chocolates y con la otra una pequeña caja color rosa pastel, ésta contenía cartas—. Haruno Sakura.

—¿Para mí? —le preguntó, totalmente sorprendida.

—Sí, aquí tienes —pronto le entregó las cajas a la pelirrosa, quién aún no entendía del todo lo que estaba pasando.

—Sí, gracias —agradeció mientras veía detalladamente las cajas sobre sus manos, sus amigos la veían atentamente.

El estudiante se despidió y pronto abandonó el aula. Tanto la pelirrosa como sus amigos se quedaron en silencio, pronto el ambiente se tornó incómodo.

—¡Vaya, frentona! Sí que tienes admiradores —soltó emocionada la rubia, rompiendo el silencio.

—¡I-Ino! ¡No digas tonterías! —exclamó avergonzada, guardando las cajas abajo de su pupitre.

—¿Huh? ¿No verás de quién son las cartas? —preguntó curiosa.

—No, las leeré en casa —estaba terminando de guardar las cosas, cuando escuchó repentinamente la voz de Sasuke.

—¿Por qué?

—¿Cómo que por qué, Sasuke-kun?

—Sí, ¿acaso alguien te interesa? —cuestionó sin delicadeza, y viéndola fijamente.

¿Qué? ¿Qué si alguien le interesaba? ¿Desde cuándo a Sasuke le importaba eso? Además él ya debería saberlo, no entendía a que venía esa pregunta de repente.

Sasuke y Sakura se veían fijamente a los ojos, el ambiente entre ellos pronto se tornó tenso. Los demás sin saber que hacer decidieron dejarlos solos.

—Sai, quiero que me acompañes para acá, vamos.

—De acuerdo, Ino —de inmediato caminaron hacia la puerta, mientras la rubia le daba una última mirada a Sakura.

—Oye, Sasuke, Sakura-chan debe tener sus razones por las que aceptó aquellos regalos, no le hables así.

—Este asunto es entre ella y yo, Naruto —dijo fríamente, sin apartar la mirada de la pelirrosa.

Sasuke estaba siendo dramático, pero, ¿desde cuándo a ella le gusta guardar cartas de estudiantes que quizá ni siquiera conoce? Y más importante, lo hacía sabiendo que están interesadas en ella de quién sabe que maneras.

—¡Oye! —exclamó molesto, tomando a Sasuke del hombro.

—¡Basta! Hinata, ¿no ibas a hablar con Naruto?