Aarón Evans
Aún se escucha la ducha, lleva un rato en el baño y la espera desespera. Camino de lado a lado en la sala de estar tratando de alejar los pensamientos, el deseo que me carcome por entrar a su habitación y comerla a besos. Me decido entrar a la habitación guiado por puros impulsos. Sobre la cama hay un vestido negro algo sedoso junto a ropa interior translúcida de igual color. Agarro la ropa interior llevándola a mi nariz, ese perfume, ese dulce olor de ella me provoca, excita todos mis sentidos.
— ¿Que haces con mi ropa? Se supone que estés en la sala de estar
— No se si es cinismo o ignorancia lo tuyo — Respondo
Cubriéndose exageradamente responde
— No comprendo tu comentario
— Preguntas tal cosa cuando sabes que me traes loco por ti
— Exagerado, deja de burlarte
Dejo la ropa sobre la cama y tratando de no enojame me cruzo de brazos
— ¿Por qué no puedes creer en ti aunque sea una sola vez?
— Sal, me voy a vestir
Niego con la cabeza cerrando la puerta. Me siento en el diván sin dejar de mirarla. No tiene remedio más que cambiarse frente a mi pero se niega rotundamente
— No seas tan pesado, ya sal
— Dije que no, ya veras como te vistes
Se sienta en la cama cabizbaja mirando la ropa y luego el albornoz que lleva puesto. Nunca nadie la ha visto dice ella, odia que la pudiesen ver desnuda incluso verse ella misma. Cada vez Larabelle Ivanova se me hace una mujer llena de conflictos y enredos que no logro comprender.
— No puedo, por favor sal de mi habitación
— Quiero ayudarte, pero no puedo solo Lara. Creo que será mejor que me adelante a la empresa. Que tengas lindo dia
Amarla me comienza a consumir lenta y letalmente. Maldita la hora en que fui a parar a esa jodida constructora. Tomo un bus hasta la empresa y todos están como alterados. Subo a presidencia y para mi mala suerte me topo con Hillary. Pienso que va a insistir que estemos juntos pero extrañamente no toca el tema. Lleva consigo unas carpetas y en su mirada un cinismo que me preocupa
— ¿Dónde está tu noviecita? Tiene un problema bien grande aqui en la empresa. Hasta corrupta le andan diciendo, yo que tu hago algo Aaron
— ¿De que estas hablando Hillary?
— De un fraude, de un fraude con uno de los condominios. Hicieron auditorías y hay unas irregularidades en unos pagos y cobros de esta empresa. No digo nada que no sea cierto Aaron. Está en boca de todos
Algo me dice que no todo está claro. La cara de satisfacción de Hillary y el repentino fraude es demasiada coincidencia. Entro con ella a su oficina y cerrando la puerta aclaro la garganta. Dudo de ella, la maldad se le sale por los poros y la envidia por los ojos
— ¿Cómo lograste que saliera un fraude de la nada Hillary?
— ¿De qué hablas? Solo soy una simple asistente. No tengo acceso a muchas cosas que Larabelle si. Además querido, bastante tiene la pobre alma en pena como para ayudarle en su tragedia — Responde burlona
— Además de ser una simple asistente eres la mejor amiga de la dueña de la compañía. Además de que envidias profundamente a Lara por más que lo niegues.
Cruza las piernas jugando con un bolígrafo en su boca. Cierra la laptop y sonriendo algo burlona suelta un suspiro
— ¿Yo envidiar a Lara? Aaron, lo único que tiene Lara es dinero, nada más. No tendría porqué envidiarla. Tengo todo lo que a ella le falta Aaron. Te iras dando cuenta.
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Me robaste la Razón
Chick-LitElla aunque es una exitosa mujer de negocios y económicamente la vida le sonríe, no todo le es color de rosa. Trae consigo demonios del pasado que hacen de ella por fuera una mujer fría, calculadora, poco sociable, introvertida y reacia al amor aunq...