Capitulo 28: Chantaje

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Aarón Evans

Paso por Camila al jardín de niños y ella feliz corre hacia mi llena de emoción. Verla sonreír es lo único que me reconforta cuando estoy decaído. Trae con ella un dibujo y dandomelo dice

— Mira papi, para ti.

— Está muy bonito nena 

Agarro su bulto y feliz se sube al coche. Sonrío mientras pienso en ella y en lo que pide cada vez que ve a sus amigas de la escuela ser despedidas por sus mamás. Sé que a mi niña le hace falta una y de alguna manera me gustaría poder darle una. Lara sería una mamá perfecta pero no creo que quiera aceptar serlo. Manejo a la casa y Camila rápido enciende la televisión para ver sus películas de princesas. Me extraña que Lara no me haya llamado en todo el día. Le marco un par de veces y no contesta. Hay varios sobres en el apartado de de la correspondencia y entre ellos hay uno sin remitente. Extrañado lo abro y comienzo a leerlo.

¿Tan rápido olvidaste tu pasado? ¿Qué pasaría si tu presente se enfrenta con tu pasado? ¿Podrías lidiar con eso?

Tocan la puerta y rápidamente voy a ver de quién se trata. Frente a mi tengo a Lara con seriedad y algo de indiferencia. Trae consigo unos sobres y pregunta si puede pasar. Asiento con la cabeza y dice

— Tenemos que hablar

— También lo creo. Siento que me evades nuevamente

Me estrecha los sobres

— Estoy cansada de que me estén siguiendo y no saber de quién se trata. Pensé no decirte nada pero ya me tiene harta. Alguien me sigue desde que estoy contigo. Me han intentado matar y comienzo a sentir que todo está ligado a ti.

— ¿Por que piensas eso?

— Jamás antes me había pasado.

Trago saliva

— ¿Que quieres decir con eso? No voy a permitir que te alejes de mi.

— No quiero eso, solo quiero que nos hablemos con la verdad. Si hay algo que yo no sepa necesito que me lo digas. Solo así puedo sentir que puedo luchar contra cualquier cosa que quiera separarnos.

Quisiera decirle algo distinto a lo que conozco pero no lo hay. No sé quién pueda ser, no se quien pueda querernos separados. Me acerco a ella y beso sus labios. Su frialdad se suaviza y susurro

— No sé quién pueda querer alejarte de mi, solo sé que no lo voy a permitir. No voy a permitir que te hagan daño.

Camila corre hacia Lara y ella feliz la saluda. Esa hermosa imagen quisiera verla todos los días. Camila se ve tan feliz y tener a Lara en casa me hace sentir completo.

— Oye yo creo que si puedes ser mi mamá. Te pareces a las mamis de mis amigas. — Dice Camila inocente 

Lara se queda callada y solo sonríe. Su silencio me comienza a dar una que otra esperanza. Besa la cabeza de Camila y luego de hablar un rato con ella regresa a donde mí. La noto algo cansada y pálida. Ceñudo pregunto

— ¿Te sientes bien?

— Si, solo tengo un poco de mareo pero no es nada.

— Siéntate, anda siéntate en el sofá

— dije que estoy bien

— Y yo digo que te sientes. Anda, complaceme. No te ves bien.

Algo refunfuñante se sienta. Le preparo algo de comer y ella solo me observa con una sonrisa algo apagada.

— ¿Puedo hacerte una pregunta?

— Dime nena

— ¿Me amas lo suficiente como para enfrentar cualquier cosa?

Me robaste la Razón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora