Capitulo 2: Odioso imbécil

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Paso toda la tarde pensando en la terrible discusión que tuve con papá en la mañana. Quiero sentir pesar pero siento nada, no siento absolutamente nada. Comienzo a tener miedo de mi misma. Me tumbo en la cama y sólo lloro para mis adentros. Soy todo y a la vez nada. Tengo todo y la vez no tengo nada. Soy sólo una coraza ante todos. Pero hay veces que esa coraza no la puedo llevar sola, siento que un día solo desvanecerá y con ella lo haré yo. Raisa entra a la habitación con una charola y dice

— tienes que comer algo 

— No tengo hambre

— No me importa te comes algo

Se sienta en la cama me observa con un cariño que hasta ahora no he logrado comprender. Me acerca la charola y pregunta

— ¿Podemos hablar?

— ¿Sobre?

— Sobre ti, sobre tu corazón

Bajo la mirada y escueta replico

— No tengo nada de qué hablar Raisa. Yo estoy bien y no tengo ningún problema cardíaco

Sonríe

— Sabes que no hablo de ese tipo de cosa. A ver, sabes que no voy a juzgarte ni nada por el estilo. Sólo quiero saber porque no te abres a las personas. Porque siempre quieres mantener distancia física de todos.

Encojo los hombros y necesitando hablar con alguien suelto una lágrima y respondo

— Por miedo, miedo a que..., no se miedo a que. Sólo sé que no tolero tener a nadie cerca. No me imagino teniendo pareja porque el solo hecho de pensar que puede tocarme me agobia. — Trato de controlar mis emociones — Mi mente no deja de recordar cosas horribles. Cosas que no elijo pensar sólo aparecen. No soy normal, no lo soy y me lastima. Quisiera ser una mujer como cualquier otra pero se que eso no pasará.

— Pero Lara, encerrandote así en ti misma no vas a lograr nada. Tienes una familia que te adora, que daría lo que fuera por ti y eso es lo que importa

La miro y apretando los dientes niego con la cabeza

— han sido los mejores, de verdad lo han sido pero hay veces en las que quisiera saber quien es mi mamá y mi papá biológico. Es algo que siempre he querido saber

Raisa derrama una lágrima y rápidamente la seca. No comprendo porque llora por algo que me pase a mi. Ni por todo el sentimentalismo del mundo sería lógico. Trata de evitar el tema de mis padres y cambia de conversación para hablar de otras cosas más amenas. Decide quedarse toda la noche para hacerme compañía y aunque no lo demuestre estoy muy feliz. No me sentiré tan sola.

*******

— Licenciada Ivanova, tiene la correspondencia en su oficina

Ignoro a la recepcionista y entro a la oficina rápidamente para ver la correspondencia. Más citas, más deudas, más de todos. Gina, la recepcionista entra y dejando más correspondencia dice

— Licenciada, ya la señora Petrova contrato al  arquitecto temporal de apoyo para el proyecto de Media Luna Me dijo que le dejara saber.

— Me da igual, después me presento. ¿Ya vete si?

— Si, con permiso

Esa puerta no puede estar cerrada más de un minuto sin que alguien la abra. ¡Maldita sea! Hillary entra a la oficina con unas carpetas y algo risueña. Como me jode que me interrumpa de la forma en la que lo hace.

Me robaste la Razón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora