El presente es el futuro del pasado [khr]

Cap.13

El castaño se tapo mas con el saco de lana mientras mira como Oz camina hasta la limusina. La carta con la dirección llego ayer a la tarde, Oz esta extremadamente feliz y radiante, aunque con miedo. Miedo de que realmente alguien de su familia haya muerto en esa tragedia. 

Todos estuvieron de acuerdo, menos el décimo, de que Tsuna se tiene que quedar en la mansión, mas que nada por su condición. Antes que irse el rubio el castaño le hizo prometer que se cuidaría y que le traiga una torta de fresas cuando regrese. 

-Juudaime, es mejor que entre, esta muy frio afuera. -llamo Gokudera detrás de el.- Oz-sama estará bien. 

-Si, lo se. -miro por ultima vez y cerro sus ojos, rezándole a dios que todo salga bien con Oz y s familia. -Pero eso no quita el hecho de que pueda preocuparme. 

-Ku fufufu, ¿Quieres Tsunayoshi-kun? -pregunto Mukuro ofreciéndole ensalada de fruta, para que abriera la boca.

-Si. -Abrió la boca, sintió la fruta en su lengua y gusto. -Esta bueno. 

-Gracias. -dijo sonriendo de costado. -Lo prepare hace poco. -Tsuna y los demás lo miraron sorprendido. 

-¿Lo preparaste tu? -pregunto el castaño. 

-Si, tengo que cuidar de mi Ahijado.

Mientras que todos se burlaban de Mukuro y su extraña manía de cuidar a su Ahijado, el castaño volvió su mirada para atrás pensando nuevamente en Oz y su familia. 

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Oz mira inquietamente la carta que tiene en su mano, la dirección que le mando Sharon es donde se encuentra anteriormente la mansión de su familia, porque ahora esta toda quemada y casi no hay nada. O eso es lo que piensa. 

Tsuna mostró mucha preocupación hoy, se lo agradece un montón. La madre de sus hijos quiere que todo salga bien con su familia. Aunque todo esto lo tiene bastante desconcertado, todavía no asimila el hecho de que Sharon, Break, Jack, Alice y Gilberte estén vivos. Creyó que estaban muertos. 

Por otro lado, también lo tiene preocupado su amado. Tiene cuatro meses de embarazo y ya dentro de poco no podrá caminar con normalidad, esperan tres hijos, la pansa se hace cada vez mas grande. Se esperaba eso, pero al castaño no le gusta la idea de que quedarse todo el día en la cama, cada vez que tiene oportunidad se levanta a pasear por el jardín. Causándole unos pequeños infartos por no encontrarlo en la cama. 

Cuando la limusina paro de la nada levanto su mirada para preguntarle al chófer que paso, solo se encontró con este durmiendo contra el volante. Extrañado puso el freno de mano antes de que el auto valla cuesta abajo. 

Salio de la limusina mirando para los costados, falta para llegar a la mansión, o lo que queda de ella. 

-Sera cosa de los chicos. -solo atino a pensar, abrió la puerta del chófer, lo acomodo bien y saco las llaves del auto. Cerro bien la ventanas y salio. 

No quiere correr el riego de que pase algo. 

Camino con las manos en los bolsillos de su saco gris y mirando para todos lados. Las cámaras en los arboles siguen sus pasos, eso le hizo sonreír. Se nota que tanto el como su familia se acostumbraron a la tecnología de hoy en día. Ya que en su primera vida no hay nada de esas cosas.  

Solo paro de caminar cuando llego cerca de una mansión totalmente quemada. Suspiro sacándose los malos pensamientos y con duda dio un paso al frente, bueno, hasta cuando fue brutalmente tecleado por dos personas. 

-¡Oz! -se escucho el grito tanto de chica como de chico. 

-¿...Alice? ¿Gilbert? -pregunto asombrado, mirándolos a los ojos.