Era un fin de semana como cualquier otro. Yo estaba en casa de los Bordonaba porque mis papás habían viajado por trabajo, como siempre, yo me quedaba en la casa de un gran amigo de mi papá. Su hijo, Benjamín, era mi mejor amigo de toda la vida. Mi papá era el señor presidente y mi mamá era la primera dama. El papá de Benjamin era el jefe de prensa del partido político en el que trabajaba mi papá desde......bueno desde siempre. Por suerte iba al mismo colegio que Benjamin, íbamos juntos a quinto año. Sí, éramos los más grandes, más cracks, más mejores, más todo. Ignoren eso, ¿sí? Lo importante es que Benja había sido mi mejor amigo desde que medía medio metro. En el colegio era mi único verdadero amigo. Cuando mi papá fue electo presidente todos se me acercaban por interés menos él, claro. Aunque yo también me aprovechaba un poco de eso. Había estado con todas las chicas que querían estar conmigo de tercer año para arriba, o sea el 99,9% de esas chicas. Había una sola chica que no quería estar conmigo, Camila, la hermana un año menor de mi mejor amigo. Ella era distintas a las otra desde hace un año. En ese momento ella estaba de novia con un chico, más bien un tarado, que ella quería mucho. Él parecía también quererla mucho a ella pero al parecer estábamos todos equivocados. Él la había engañado con su mejor y única amiga y desde entonces ella era una chica solitaria, callada y tímida. Antes de eso era la mezcla de alegría y diversión más grande del mundo pero esa traicionar de parte de dos personas que ella quería mucho la marco. En el colegio ella estaba sola, no hablaba con nadie y en los recreos se sentaba con un libro, una libreta y un lápiz contra la pared sola en el patio. Su mamá, la señora Bordonaba, era psicóloga y había tratado de ayudarla pero no habían podido. Al llegar a su casa todos los días ella iba y se encerraba en su cuarto haciendo quién sabe qué. Y toda esta introducción para esto: yo estaba completamente enamorado de ella. Raro, ¿no? Desde que ella estaba en primero y nosotros en segundo año que me gustaba y estaba loco de amor por ella. Le conté a Benja y él, pensando que era una tontería, no le dió importancia pero después de lo sucedido con respecto a su ex novio y ex mejor amiga le dije que estaba realmente muy enamorado de ella. Él me prohibió estar con ella y yo lo entendí, no quería que nadie lastimara a su hermana.
Es por eso que estoy con un montón de chicas, para superarla pero como ven no puedo.
— ¿Nene no pensás contestar? —me preguntó Benja. Lo miré y reaccioné, me había tildado pensando en ella. Es tan perfecta. Entonces vi a mi celular que sonaba y decía "papá"— ¿te sentís bien?
— Si, me había tildado —le dije. Estábamos los dos sentados en el sillón del living de su casa, que era más o menos mi segunda casa.Agarré el teléfono, deslicé donde decía contestar y acerqué el teléfono a mi oído.
—Hola pa —le dije a mi papá por el teléfono.
— Hola Santi —me dijo el desde....no sabía dónde estaba y si por cierto, me llamo Santiago Stieben.
— ¿Todo bien el viaje? —pregunté como si supiera donde están.
— Sí, volvemos el miércoles. —me dijo, iba a ser tan divertido ¡Hoy recién era sábado!— Ya hablamos con los señores Bordonaba para que te quedes ahí.
— Ok. —dije tratando de disimular mi alegría.
Quedarme ahí era lo más ya que los señores Bordonaba me trataban de 10, estaba con Benja y con Camila. Mejor no podía ser.
— Nos vemos el miércoles entonces, —me dijo, seguro estaba ocupado y se tenía que ir— tu mamá te manda saludos, hasta luego.
—Chau pa, mandale saludos a mamá —dije y después corte.
Benja me miró con una mirada que yo sabía perfectamente que significaba. Resulta que por el fin de semana sus papás se había ido de viaje a visitar a....no me acuerdo, seguro se dieron cuenta que soy muy colgado, y nos habían dejado a cargo. Llegaban el lunes por la mañana y eso quería decir que hoy a la noche haríamos una fiesta en la casa de Benja.
La casa de Benja era bastante grande, de dos pisos y con un patio tanto delantero como trasero. Tenía un living, un comedor, la pieza de sus papas, la de Camila, la de huéspedes, una donde guardaban cosas y la de Benja donde dormía yo cuando iba, casi siempre. Además de cada pieza con su respectivo baño.
— ¿Y a cuántos invitamos? —le pregunté, teníamos que organizar todo. Ya eran las siete de la tarde.
— A todos pero que la entrada sea una bebida. —me dijo con una mirada cómplice, ya entendí que quería decir.
— Pero no cualquier bebida. —dije y él me sonrió al ver que acertaba.
— Voy a empezar con la cadena de whats app. —me dijo mientras que sacaba su celular y yo veía como chateaba.
— Voy al baño mientras. —dije mientras me ponía de pie para ir.
Me dirigí hacia la escalera y empecé a subirla hasta llegar a un pasillo que estaba lleno de puertas que llevaban a distintas habitaciones. El baño de Benja se encontraba a al final del pasillo junto con su habitación. Estaba por llegar cuando vi una puerta entreabierta. No era cualquier puerta. Era una que estaba cerrada las veinticuatro horas del día y se habría muy pocas veces. Me sorprendí al verla entreabierta, ¡esa era la puerta de la pieza de Camila! Mire por el pequeño lugar que había entre la puerta y la pared. Allí estaba ella, sentada en una silla frente a su escritorio. Estaba escribiendo en su libreta como siempre. Al verla una sonrisa se dibujó en mi rostro, era inevitable. No podía no sonreír al verla. Ella escribía y escribía pero no podía dejar de verla. Era como que estaba hipnotizado. Ella era tan linda con su cabellera marrón claro que bajaba desde su cabeza y llegaba hasta la mitad de su espalda. Sus ojos color marrón y su sonrisa. ¡Era la sonrisa más hermosa del mundo! Escribir la hacía feliz y a mí mirarla me hacía feliz, ojalá nunca se le rompiera la mina a ese lápiz o se le acabarán las hojas a ese cuaderno. Estaba hipnotizado con su sonrisa cuando ella levanto la cabeza y me vió. No sabía qué hacer hasta que ¡me sonrió! Iba a morir de la alegría.
— ¿Podrías cerrar la puerta, por favor? —me preguntó con dulzura y con una sonrisa en su rostro. Cerré la puerta de su pieza y escuche un"gracias" que provenía del otro lado. El corazón me iba a explotar si no fuera por Benja.
— ¿Che, te pasó algo? —escuché que me gritaba desde abajo. Ahí me acordé que tenía que ir al baño.
— Ya voy —le grité mientras que hice lo que había ido a hacer. Bajé y me senté junto a él en el mismo sillón que antes.
— Ya le mandé el mensaje a todos. —me dijo mientras revisaba su celular— Ya sabemos que van a venir todos menos los de siempre.
Los de siempre eran Paloma y Lucas, dos personas que tenían prohibido el acceso a esa casa. Lucas había sido el novio de Camila y Paloma era su mejor amiga. Como ellos tenían la culpa de todo lo que le había pasado a su hermana menor Benja los odiaba. En el colegio siempre los miraba con odio. Lo peor de todo era que no les importaba nada, ellos eran novios y lo demostraban frente a los ojos de Camila. Yo también los odiaba, eran dos pedazos de idiotas.
——
Capítulo corregido por camscamm del RoseGoldClan.
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Venecia sin ti |Santiamila|
Short Story•EDITANDO• "Que triste y sola está Venecia sin tu amor" Historia Santiamila "El Hijo Del Presidente" terminada. "Capítulos Especiales", la historia de Lautaro y Renata terminada. La canción Venecia Sin Ti pertenece a Charles Aznabour. Historia de ca...