América
"No dejes de sonreír hasta que abandones la sala, ¿entendido?"
Mi corazón palpitaba con velocidad, me sudaban las manos y mi cabeza comenzaba a doler por el esfuerzo que estaba haciendo para contener las lágrimas.
"Cuando te hayas marchado, me habré quitado un peso de encima"
No podía creerle. No quería creerle. Pero me había mirado a los ojos. Y los suyos eran fríos, duros. Se había cerrado a mi, no me iba a escuchar y yo lo sabía.
Respiré hondo y levante ambas manos para moverlas de los reposabrazos a mi regazo. Hasta que lo hice, no me había dado cuenta de la presión que ejercía con los dedos, pero ahora que los miraba, podía ver el color regresar lentamente a ellos mientras la sangre que mi corazón bombeaba volvía a circular con libertad.
¿Como lograba continuar latiendo en esas condiciones?
Tomé otra gran bocanada de aire y exhalé despacio por la nariz. Una de las ventajas de ser cantante era la práctica que adquirías para regular la respiración, cosa que me estaba sirviendo de mucho. Tras algunos segundos más, mi pulso se había normalizado lo suficiente como para que me atreviera a alzar la cabeza y mirar alrededor. Sonriendo, o al menos intentándolo.
Gavril entró y se acercó a nosotros, acomodándose innecesariamente la corbata. Sus ojos bullían de expectación.
-Alteza -saludó con un movimiento de cabeza a Maxon. No quise voltear a mirarlo mientras devolvía el saludo, así que tuve que contentarme con suponer que él imitó el gesto.
-Lady Kriss, Lady América - Gavril nos saludó también con un leve asentimiento, y antes de permitirnos abrir la boca, continuó - esto será bastante simple: se abrirá con una breve introducción y después le haremos algunas preguntas -dijo, dirigiéndose a Maxon - para pasar directamente a la proposición.
Hubo un breve silencio y podría jurar que Maxon me miraba de reojo, pero no quise comprobarlo. Mantuve la vista al frente, hacia Gavril, como si el pin de su solapa de pronto fuera lo mas interesante del mundo.
-Si me lo permite, Alteza...-añadió- me alegra muchísimo saber que encontró a la indicada. Estoy seguro de que todo el pueblo de Iléa se alegra por usted.
-Te lo agrdezco Gavril- la voz de Maxon sonaba diferente, extraña- para mi es maravilloso poder compartir este momento con el reino.
-Quizá debamos guardar las respuestas para cuando estemos transmitiendo - Gavril sonrió, pero su mirada vagaba por algún sitio detrás nuestro -si me disculpa...
-Claro, no hay ningún problema.
Gavril se dirigió a su sitio sin decir más y Maxon se giró de nuevo a Kriss.
El himno comenzó a sonar. Gavril sonreía ampliamente en su asiento
-¡Buen día, habitantes de Iléa! - dijo con entusiasmo. -Todos nosotros hemos seguido de cerca la Selección de nuestro querido príncipe Maxon. Desde que treinta y cinco hermosas chicas llegaron aquí a palacio, el príncipe ha ido conociéndolas, descubriendo cosas sobre cada una de ellas y buscando a aquélla cuyas cualidades encajaran mejor con lo que se espera de nuestra nueva princesa- al escuchar esa última parte, decidí evitar deliberadamente mirar al rey Clarkson. Fije mi vista en las paredes y me erguí un poco más-¿No es así majestad?-continuaba Gavril
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La Promesa
FanfictionAmérica se encuentra sentada junto a Maxon, a minutos de que él le proponga matrimonio a Kriss...y aleje a América de su vida, quizás para siempre. Cuando la transmisión comienza, América lucha consigo misma para contener las lágrimas y todas las em...