Amberly
-Hijo, ¿puedo pasar?
-Claro mamá, aguarda un momento - respondió Maxon a través de la puerta de su habitación.
Tras unos segundos abrió, todavía acomodándose la corbata sobre la blanca camisa limpia.
-¿Todo listo, cariño?
A pesar de haber tenido que parar un instante para respirar profundo frente al espejo, no se me escapó su enorme sonrisa que no flaqueaba desde el día anterior: no sólo estaba listo, estaba ansioso.
-Listo - limitó de todas formas su respuesta - ¿Y tú?
Le sonreí para tranquilizarlo mientras terminaba de colocarse el saco con un movimiento raro, como si no quisiera arrugarla por la espalda. Me contuve de hacerle ver que nadie le miraría la espalda de la camisa, mucho menos por debajo del saco; puesto que el respaldo del sitio que ocuparía lo cubriría de la vista de los espectadores y la cámara sólo grabaría el frente.
Estaba a minutos de hacer oficial, por fin, la pregunta que brillaba en sus ojos desde el día que envió las tartaletas de fresa para la pequeña May. Y yo sabía que querría cuidar cada detalle, por insignificante o vano que pareciese. Así que lo dejé.
-Vamos, hijo - lo apremié y salimos juntos de la habitación.
Uno de los guardias que custodiaba mi propia puerta, por precaución, me había acompañado desde allí hasta la habitación de Maxon. Al salir, dos más se unieron a la comitiva; colocándose al frente y detrás de nosotros conforme avanzábamos.
Yo sabía que había guardias por todas partes, algunos incluso ocultos gracias a las estrategias en las que Woodwork había estado trabajando junto con el soldado que había ayudado a Maxon y a América tras el ataque, bajo tutela del propio general. De cualquier forma, me sentía más segura yendo junto con ellos para proteger a Maxon en su camino hacia el estudio.
Ya le había fallado a Clarkson, había roto mi promesa. No le fallaría a nuestro hijo también.
Gavril nos recibió con amabilidad al llegar a nuestro sitio. Maxon se alisó una vez más la solapa del saco antes de sentarse, pero no llegó a hacerlo. En vez de eso, se quedó estático mirando la entrada del estudio, con una mano sobre el reposabrazos del asiento.
América acababa de atravesar las puertas, con un vestido color azul celeste digno de una princesa. Se miraron, y agradecí momentáneamente el haber sobrevivido a aquélla invasión sólo para poder ver a Maxon tan feliz. Sabía que la había elegido, casi desde el principio; y sabía también que les había costado admitirlo por una razón particular que ninguno de los dos me había hecho saber. Pero lo habían superado, y estarían listos para cualquier otra dificultad que siguiera.
Me ocupé de demorar algunos minutos extras en la silla del maquillaje para evitar brillar, apenas lo suficiente para permitirles tener una pequeña charla a solas, calmando los nervios y susurrándose en voz baja lo que pronto sabría todo el reino. Al volver a mi asiento no pude evitar darle un apretón cariñoso en el hombro a América. La sorpresa asomó a sus ojos por algunos segundos, siendo después opacada por una gratitud que se mezclaba con el mismo cariño que por fin iba a ser capaz de devolverle.
-Buenas noches, Illéa - comenzó Gavril - Y buenas noches, Majestad - añadió, dirigiéndose a Maxon - Es un placer tenerlo aquí el día de hoy. Estoy seguro de que los últimos días han sido insuficientes para volver a la normalidad.
-Ha sido un poco duro, Gavril - aceptó, mirándolo en vez de a la cámara - Las cosas en realidad no están volviendo a su lugar. Es imposible, después de todos esos cambios. Pero están avanzando, y espero que el lugar hacia donde se dirigen sea uno mejor para todo el reino.
-No tengo dudas de ello, Majestad - asintió Gavril.
Fuera del cuadro, América había colocado su mano sobre el reposabrazos de Maxon y tomó la suya con suavidad.
-Espero que se encuentren tan emocionados como yo - continuaba Gavril - Esta noche, por fin, el príncipe Maxon finalizará la Selección, oficializando el compromiso que tanto hemos esperado.
Desde detrás de él pude ver cómo su espalda se tensaba un poco al erguirse. Kriss se acercó hacia ambos en el preciso momento en el que se ponían de pie. América se colocó junto a ella, encarando ambas a Maxon mientras la toma cambiaba.
-Durante esta Selección han sucedido muchas cosas que jamás creí que pasarían. He conocido mucho más de ustedes, de mi pueblo, y he tenido la oportunidad de trabajar sobre las cosas que deseo cambiar - comenzó. El orgullo maternal comenzó a abrirse paso desde mi estómago, hasta el centro mismo de mi pecho - Pero lo más sorprendente ha sido encontrarme con alguien que ha cambiado por completo mi perspectiva de las cosas. Ahora no sólo los veo como el pueblo al que he de proteger; sino que me veo como parte de ese pueblo.
Había encontrado un motivo, un aliciente más allá de complacer a su padre; uno que en verdad le gustaba y se sentía en su sitio. Lo entendí, aunque no lo hubiera dicho de aquélla manera.
-Traté de huir, de mantenerme a salvo de lo que sentía - la seguridad en su voz flaqueó pr un instante - pero los eventos recientes me han ayudado a entrar en razón. No es posible saber cuándo sucederá algo como lo que le ha pasado a mi padre. Pude haber sido yo, o cualquiera de nosotros - razonó - pudo haber sido la persona que más quiero, y pude haberme quedado atrás, sin decírselo.
Una lágrima se me escapó, por más que traté de evitarlo. Extremé la discreción para retirarla de mi rostro mientras la cámara seguía a Maxon, dirigiéndose hacia ambas chicas.
-América - dijo él al fin - debí decírtelo antes. Debiste saber lo que sentía desde el principio y que sentiré hasta el final. Quiero que lo sepas cada día. Que te quedes aquí, conmigo, y seas mi princesa - América sonreía, con los ojos cristalizados por el llanto que en cualquier momento se desbordaría de sus ojos - quiero que seas mi reina, y mi esposa - Maxon se arrodilló, desatando las emociones que no cabían más en ese par de ojos azules - Por favor, querida, cásate conmigo.
***
¡Hola a todos! He visto muchas personas nuevas en esta historia. Si han llegado hasta aquí...¡gracias por leer! 💙
He tenido un inicio de año algo pesado. Como dijo Maxon, abracen a la gente que quieren, chicos. Visítenlos, llámenlos...cualquier cosa. Sobre todo a los mayores, uno nunca sabe cuándo se van a ir.
Les mando un abrazo lleno de amor 💖
Por cierto, gracias a @AmuAngeles por sugerir a Amberly como narradora
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La Promesa
FanfictionAmérica se encuentra sentada junto a Maxon, a minutos de que él le proponga matrimonio a Kriss...y aleje a América de su vida, quizás para siempre. Cuando la transmisión comienza, América lucha consigo misma para contener las lágrimas y todas las em...