VOICE ➳ LIAM PAYNE {COMPLETA}

capítulo 32.

  Liam's POV

El sábado llegó y no podía estar más nervioso. El simple hecho de saber que hoy tendría una cita con ella me daba pavor. Es volver a la misma sensación que en nuestra primera cita. Me sudan las manos y el famoso tic de mover la pierna al estar sentado, tic que ni sabía que tenía.

Me vestí normalmente, salvo que con unos abrigos de más. Me miré al espejo y acomodé mi rebelde cabello. Ya listo, salí y me meti en el carro para dirigirme a donde debía encontrarme con Olive.

Olive's POV

Mi primera cita. La imaginé diferente, estar con un chico que me guste mucho y que sea como de esas películas típicas de adolescentes. Esto es muy diferente al decir verdad. Liam es muy lindo y un chico atento pero... no creo sentir nada por él. Es el primer chico al que le presto atención, no voy a sentir nada a la primera. Eso creo.
Me miré al espejo y observé unos minutos el atuendo que llevaba puesto. Un vestido floreado largo hasta debajo de la rodilla, un saco de lana gruesa color azul, botas de caña corta color marrón y un gorro de la misma lana azul del saco. Todo en orden.
—Estás hermosa—dijo Nat a mi lado. Ah, olvidé aclarar que Natalie me estuvo ayudando con esto. La verdad, es una gran chica, podríamos ser buenas amigas.
—Gracias—dije tímida a causa del halago. Tomé un bolso y puse solo lo necesario; me puse un abrigo y lo abroché. Nat me deseó buena suerte y la despedí con un abrazo en la puerta de casa. No tenía mucho por caminar, así que me tomé mi tiempo. Para mi suerte no había mucho viento, pero el frío helaba bien feo.
Cuando estaba a una cuadra del Starbucks en el pueblo, estaba algo nerviosa. No sé si luzco bien para esta ocasión. Creo que mejor me vuelvo e invento una excusa. No, no hagas cosas de niña Olive, ya eres una adulta, tienes 18 por el amor de Dios. Cuando estaba por llegar hacia él, miró donde me encontraba y sonrió.
—Hola—dije tímidamente ya los dos frente a frente.
—Hola—respondió dándome un beso en la mejilla que automáticamente respondí. Ambos entramos al negocio y empezamos a hacer fila.
—Nunca vine aquí, y no sé qué pedir—musité.
—El Cocoa Capuccino te gustará. Tiene chocolate y crema... y bueno, café—dijo en tono gracioso. Pegué una risilla con el comentario.
Ya en la caja, pedimos las órdenes y fuimos a esperar a que nos entregaran las bebidas. No tardó mucho por suerte, así que ya con mi café en la mano, salimos a dar una vuelta por el parque.
La charla era muy entretenida. Hablamos de la vida, él me contó un poco como era la escuela, el ambiente y algunas anécdotas de las presentaciones anuales que se organizaban. Yo, por mi parte, resumidamente le conté un poco como eran mis días en el hospital. Noté que su semblante se tornó raro, como si estuviera triste.
—¿Pasa algo?—le pregunté poniendo mi mano sobre su hombro haciendo que nuestros pasos se detuvieran para quedar frente a frente.
—Nada, estoy bien—dijo plantando una sonrisa en su rostro. Nunca me di cuenta lo linda que era, como sus labios se curvaban y dejaban ver su blanca dentadura. Creo que Liam notó que me había quedado viéndole, así que desvié mi mirada de la suya y continué caminando junto a él.

Liam's POV

Aún no puedo creer cuán loco me vuelve. Esos ojos tan turquesas, el tenue color carmesí en sus mejillas cuando se ruborizaba y su sonrisa... Basta, Liam, para ella es su primera cita, no será tan fácil como la última vez.
Decidimos tomar asiento en una banca para degustar el algodón de azúcar que acabábamos de comprar. En lo que comíamos, la mitad del algodón estaba pegoteado en nuestros rostros ya que no dejábamos de tirárnoslo en la cara. Cuando no teníamos nada más, desistimos.
—Eso fue muy gracioso—dijo ella entre risas. Le señalé que tenía un enorme pedazo de algodón en la comisura de los labios, y se lo quitó para comérselo—. No hay que desperdiciar nada. Menos si de dulces se trata—agregó triunfante. Reí—. Tienes...—trató de decir y me limpió la mejilla que tenía llena de azúcar.
Nuestros rostros quedaron lo suficientemente cerca como para sentir nervios. Nuestros ojos volvieron a conectarse mutuamente. Su nariz fría se rozó con la mía y ella se alejó.
—Mira Liam...—dijo parándose de su asiento—Es mi primera cita y... ya estaba aterrada en lo que llegaba para encontrarme contigo. Mira... no es nada en contra tuyo pero... quisiera ser solo tu amiga. Eres muy dulce, pero no te veo como nada más que eso, un amigo. Debo irme—tartamudeó nerviosa. Dio media vuelta y se fue. Una parte de mí se rompió en miles de pedazos.