capítulo 16.

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  Fuimos al jardín y nos sentamos en las mesas a charlar de lo que viniera. La verdad, nunca me aburría con ellos. Con esos comentarios sin sentido y las bromas, me sacan una sonrisa de oreja a oreja.
Jay, la mamá de Louis y Natalie, nos trajo bocadillos para que degustemos. La gran charola ya estaba casi vacía a los pocos minutos. Tomé un sandwich y mordí una punta, y tuve la sensación de que estaba siendo observada. Miré a un lado y mi mirada se cruzó con la de Liam. No sé por qué, pero su mirar me puso tan nerviosa que me caí de la silla. Los chicos me ayudaron a pararme, aunque costó un poco, pero después de varios intentos, pude ponerme de pie.
—Ay princesita—comenzó Harry—ten más cuidado.
—Miren, habla el señor "cuidadoso"—le burló Niall.
—Eso no es cierto—negó Harry con mirada asesina.
Me senté de nuevo en mi lugar y traté de evitar las miraditas. Si me ponían así de nerviosa... ?¡¡OH POR DIOS!! EL SABADO TENGO UNA CITA CON LIAM. Apenas puedo evitar caerme al mirarlo, que... ¿como haré para estar con él, solos? Voy a morir. Definitivamente... necesito ayuda.
Cuando llego la hora de irnos, Jay me comentó que debía decirme algo.
—¿Qué ocurre?—pregunté expectante.
—Quería saber de tí. ¿Hace cuanto saliste del hospital?—me preguntó amablemente. Sí, lo sabía.
—En Septiembre—respondí. Y casi en un instante, agregué—¿Mi padre le dijo?
—Sí. Él me comentó lo de tu enfermedad, pero no se lo dije a Louis porque era pequeño, y no quería alarmarlo.
—Pero, ¿Louis no tenía 13 cuando mamá falleció?
—Sí, pero... sabía cuanto te quería, y le dije que te habías mudado a Dublin—respondió algo apenada.
—No se preocupe—la calmé—no le diga nada, se lo pido—dije casi rogando.
—Está bien, no diré nada—dijo con una sonrisa. La despedí y me fui con los chicos.
Mis pensamientos pasaron de ocuparse de mi pasado a ocuparse de un asunto que debía arreglar ya mismo: mi cita con Liam. Tenía que arreglar no ponerme nerviosa a su alrededor. Y aquí sehace presente la tercera etapa: Torpeza.
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Sábado en la mañana. El chillido de mi alarma me despertó. Lo apagué y de un tirón, me levanté. Como no sabía que hacer para sacarme los nervios que me carcomían el cerebro, lo único que hice fue tomar la medicina y sentarme a tocar el piano. Realmente me desahogaba oír el hermoso sonido de la música. Busqué una de las tantas partituras con las que practicaba en la escuela. Tomé una al azar y me puse a tocar. Al terminar con la canción, cerré el piano para poder apoyarme en mis codos. Resoplé y me quedé así un rato, con mi mente en blanco. Pero de repente, ese papel en blanco empezó a escribir algo. Solo pensaba en él, en hoy y en qué pasará luego. ¿Podré decirle lo que siento? ¿O me quedaré como una tonta con mis sentimientos atravesados en la garganta? Mi teléfono me interrumpió en medio de mi dilema, y respondí.
—Olive—dijo la voz emocionada de Natalie.
—Hola Nat—respondí algo desganada.
—¿Qué pasa Oli? Hoy es tu cita con Liam. ¿No deberías estar feliz?
—Sí, pero... es que no pude arreglar eso de "me pongo nerviosa con su presencia"—espeté frustrada.
—Tranquila amiga, lo harás bien. Solo relájate ¿sí?—trató de calmarme, pero era imposible.
—Está bien—dije poco convencida, pero conforme. Hablé unos minutos con ella, pero luego colgué.
Me miré al espejo y me acomodé el vestido color negro con pintas grandes en blanco junto con un saco color púrpura y zapatillas en ese mismo color. Me puse algunos accesorios, pero ninguno me gustó. Así que me saqué todas las chucherías y opté por ponerme un lazo negro en el cabello. Arreglé un mechón, sonreí, tomé mi bolso y salí. Me despedí de papá y me fui directo al parque.
Caminé las pocas cuadras que quedaban de mi casa al lugar indicado, y no me tomó más que diez minutos. Busqué a Liam por todos lados, pero no lo veía. Hasta que lo vi parado en una de las esquinas. Nos miramos, y me dedicó un ademán. Fui hacia él, y en lo que acortábamos la distancia, me dediqué a mirarlo. Llevaba una camiseta, jeans y zapatillas. Y en su mano derecha, llevaba una canasta. ¿Me llevará de picnic? Ay no, qué nervios. Ya siento las piernas frágiles. Ay, cállate voz interior, que ya estoy cerca.  

VOICE ➳ LIAM PAYNE {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora