Luego de la extraña conversación, mi tío nos invitó al almuerzo ya que Jess le comentó que no había comido desde el jueves, y por obvias razones yo andaba cómo en otro mundo. Intentaba de que me entrara todo en la cabeza sin alterame y estaba funcionando satisfactoriamente.
YoonGi era muy cariñoso conmigo y Jessica (mamá) no se atrevía a acercarse demasiado a mi.
Fuimos al centro comercial a comer porque la hora se nos había pasado volando y no había tiempo para cocinar; ya eran las una y media de la tarde. Cuando nos dirigíamos al segundo piso (donde estaba el centro de comida rápida) divisé unas figuras muy conocidas, sentadas en la orilla de la pileta. Eran Hoseok y Taehyung, para variar.
Me acerqué a ellos. Tae me estaba dando la espalda y Hoseok mevió acercarme. Sin quitar los ojos de mi, sacó una rosa de la mochila que llevaba puesta y se la ofreció a Taehyung.
—Tae, ¿quieres ser mi novio?
La gente que pasaba por ahí miraba alegre y no faltaban los que les daba asco y hacían una mueca de horror. Yo era parte de la gente que miraba con horror, pero no porque eran dos chicos, si no porque me estaban robando a Tae frente a mis propios ojos. Cómo Jung no me despegó los ojos en ningún momento Taehyung miró hacia atrás extrañado y rodó los ojos al verme.
—Lo pensaré hyung, ¿vale?
Hoseok asintió molesto y le propuso que fuesen a dar una vuelta dejandome a mi con el corazón en la mano.
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Habíamos reanudado nuestro camino al segundo piso cuando una sombra pequeña se acercó a mi rápido, pero fué tristemente bloqueada por la mano de YoonGi. Me giré medio asustado, aunque sólo me duró hasta que vi a Jimin con una cara de dolor muy cómica.
—No te atrevas a tocar a mi pequeño bebé—YoonGi apretaba fuertemente la muñeca de Jimin y éste sólo se limitaba a mirar sorprendido al chico que había detenido su objetivo, que al parecer era goleparme.—Véte de aquí niño.
