La recuperación de Jessica fue sorprendentemente rápida y eficaz. Su cabello volvió a tomar lugar en su cabeza y la herida cicatrizó sin problemas. Su hermano venía cada semana a dejarle flores y obsequios hasta que su cuarto se llenó de cosas y hubo que comenzar a regalar algunas. Desplazaron el matrimonio a comienzos de primavera pero ya no había nada de qué preocuparse ya que todo había quedado preparado.
La actitud de mamá de había vuelto más sensible y estaba más extraña de lo qué ya era. Tenía náuseas y dolores de cabeza muy seguidos, y ni por más medicamentos que tomase se le apaciguaba ni un poco. Un día que mi padre tenía libre, se despertó vomitando así que la llevó a médico de inmediato (y aunque mi madre no quería la subió al auto a la fuerza, no había nada más que hacer).
Cuando volvieron del hospital venían sonrientes y de buen humor, se sentaron en en sofá e hicieron servir jugo para todos.
—Les tenemos excelentes noticias chicos—tomó la mano de Jess. Esto se parecía habla vez que nos dijeron se iban a casar, tomé un sorbo de jugo.—Jessica está esperando un bebé—Taehyung chilló y yo escupí el jugo, atragantándome. Mi novio se paró a abrazar a mis padres y yo estaba medio ahogado.
—F-felicidades—quedé estático en mi puesto. No sabía cómo reaccionar pero estaba contento. Sería extraño tener un hermano menor.
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—JK, quiero sandía—mamá fue a despertarme a las cuatro de la mañana—JK, despierta—movió mi hombro.
—¿Ah? ¿Qué? ¿Mamá?—balbuceé—Son las cuatro diez de la mañana y estamos en pleno invierno. ¿No puede ser otra cosa que no sea sandía?
—No, hijo, en serio quiero sandía—su voz era realmente convincente—Sólo un poco, siento que si no la pruebo voy a morir.
—Está bien, está bien—me coloqué una chaqueta y con esa misma ropa de pijama, salí en busca de sandía, en pleno invierno, a las cuatro de la mañana.
