Se me rompió la hiel en un tiempo récord. Tomé a Hoseok de la camiseta y le di un buen golpe. Me había molestado, y mucho. Taehyung se levantó asustado.
—No lo toques de esa manera, desgraciado.—lanzé lejos el cuerpo medio aturdido del chico.—Lamento informarte que Taehyung es mío—me acerqué a Tae pero me alejó de un empujón.
—¡No puedes andar diciendo tremendas idioteces luego de andarme insultando delante de tu estúpida novia JungKook!—golpeó mi brazo—¡No somos nada! ¿Lo recuerdas? “él no es nadie”—dijo lo último en un intento de imitación de mi voz.
—Tae, perdóname ¿si?—volví a acercarme a él un poco dolido.—Estaba nervioso, dije algo muy feo.
—Claro qué no te perdonaré JungKook. Eres un idiota. Siempre arruinandolo todo.—había comenzado a llorar de nuevo. Odiaba verlo así—¿En serio crees qué lo que me dijiste es sólo “feo”? Acabas de negar cualquier tipo de relación conmigo delante de una chica que ni siquiera amas—caminó hacia Hoseok y lo levantó del suelo—No quiero verte nunca más, ¿entiendes?—sentí cómo mi corazón se había roto—Te odio, JungKook.—sus labios formaron un puchero diciendo lo último. No podía creer lo que estaba diciendo. Sus palabras me habían quitado todas las fuerzas y lo único que quería hacer era llorar, pero claro; Jeon Jeongguk nunca había llorado en su vida.
Hoseok se acercó a mi y me susurró.
—Acabas de meter la pata bien hondo, amiguito.—y dicho esto se llevó a Taehyung por la calle de enfrente.
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—Lalisa quiero que te retires de mi casa, no quiero hablar contigo por hoy.—había llegado a casa horriblemente derrotado—Nos vemos mañana—Sin esperar respuesta cerré la puerta. Me senté en el sofá y cerré los ojos. En eso Jessica me tocó el hombro.
—JungKook, cociné tomates y huevos para cenar, ¿quieres que te sirva un poco?—la miré y le sonreí cansadamente.
—No gracias Jess, en serio me alegra que hayas cocinado, pero por hoy no doy más. Iré a dormir, ¿vale?.—me miró triste. Ella había adoptado una atmósfera muy diferente estos últimos días, sus ojos eran cálidos y sus palabras no eran hirientes cómo los días pasados.
Subí las escaleras lentamente. Mi cuarto tenía olor a Kim Taehyung, mis sábanas tenían olor a Kim Taehyung, mi ropa tenía olor a Kim Taehyung. Grité. Quería derramar lágrimas, llorar hasta pudrirme pero no podía, nunca había podido hacerlo. Golpeé la pared haciendo un hueco en ella e hiriendo mi mano derecha. Estaba harto.
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quédeprimición(?) 😔
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