29: Pijamada en bromas.

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-Muy buen día, queridos alumnos. –Saludó un muy amable Albus, acariciándose la barba que le llegaba hasta la cintura.- Tengo el placer de informarles que este año, como todos, festejaremos el baile de Halloween el día sábado de la semana entrante. Por favor, les pido a todos buscar su pareja y algo que ponerse, no hagan lo mismo que el año anterior, por favor.

Una alumna de esa época, le había comentado a Ángela sobre lo sucedido el año anterior. Varios alumnos faltaron a la fiesta porque no tenían que ponerse, también faltaron porque no consiguieron pareja o porque simplemente estaban cansados, ya que había sido un día viernes, luego de las tareas.

-Oh, y cabe destacar, que ese mismo día no tendrán clases regulares, para poder prepararse. Muchas gracias, que comience el festín.

La comida apareció y los alumnos comenzaron a cenar.

Julieta y Jill estaban sentadas una a cada lado de Ángela, los alumnos de Slytherin ya aceptaron por completo a la leona entre ellos. Muchos decían que tenían la capacidad por completo de ser una de ellos.

Pero todo se debía a las profundas y largas charlas que ella les daba en sus habitaciones.

Durante el último tiempo, se habían hecho muy amigas de una chica bastante extraña, era una chica de cabello marrón claro, sus ojos eran completamente negros, de tez muy pálida y de estatura promedio. Bastante bella, pero la verdad era que no se hablaba con casi nadie.

Le daba pena saber que pertenecía a un grupo de amigas que solo vería ese año, y claro está, cincuenta años después.

Su nombre era Susanne Longbottom. ¿Extraño? Pues no. Hablándolo con James se dieron cuenta que ella era la tía de Neville, pero se pelearía con su hermano en un futuro y Neville no sabría de su existencia. Cabe destacar que ambos se odiaban porque el padre del futuro profesor era un Gryffindor, y la chica era una Slytherin.

-Sussy. ¿Me pasas un poco de tarta de melaza? –Preguntó Ángela.

La castaña asintió y le pasó un plato con una rebanada de tarta, le dirigió una sonrisa a su nueva amiga y continuó cenando.

-¿Con quién te verás hoy Julieta? –Preguntó Jill.

-La verdad ya hice planes con ustedes. –Dijo, engullendo una pata de pavo.

-¿Nosotras? ¿Sin avisarnos? –Preguntó Susanne.

-Así es. Haremos pijamada en la habitación de Angie, mañana es domingo así que no habrá problemas.

Ángela sonrió antes de llevar su mano a su jugo de calabaza, para beber un poco de el y bajar la comida.

-¿Podemos? –Preguntó Jill.

-Solo debo amenazar a Potter con mi varita y no se aparecerá en toda la noche. Ustedes tranquilas.

Hablando de James, Ángela levantó la cabeza y observó la mesa Gryffindor, por alguna razón tuvo la necesidad de hacerlo. Descubrió al azabache sonreír maliciosamente, junto a su grupo de merodeadores. Cerca de ellos, estaban los merodeadores originales, sonriendo cínicamente.

¿Doble plan de merodeadores? Eso sonaba mal.

-¿Estás seguro de que esa es la contraseña? –Preguntó James.

-Sí. Ligué con una chica de quinto año y me la dio para que me escabullera por la noche a su habitación. –Rió maliciosamente.

Lorcan y Lysander asintieron.

La hija de Malfoy Y Granger &: Los ojos de Dios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora