capítulo 5

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Corro al baño rápidamente tratando de no hacer ruido y contener el contenido de mi estómago, cierro la puerta con suavidad, para que luego de unos segundos todo lo que hay en mí salga disparado. Parecen los típicos síntomas de embarazo... lavo mi boca y rostro y salgo del baño.

— ¿De nuevo enferma?—pregunta esa voz ronca.

— Creo que no lo sé... podrían ser síntomas de embarazo, pero hace días me hice una prueba y salió negativa—contesto, no sé si sentir emoción o miedo.

— ¿y si te haces una ahora?

— Está bien amor—respondo— ¿Cómo sigue tu brazo?—pregunto.

Me acerco hasta la cama y me siento a su lado, quito con suavidad la venda que rodea su brazo para encontrarme con una herida bastante seca, tuvo suerte de que la bala solo rozara o si no le hubiera causado una quemadura. La puerta esa azotada tres veces con delicadeza, me levanto de la cama y camino hasta allá, la abro con suavidad para encontrarme con los dos guardias.

— ¿qué ocurre?—pregunto.

— Es alguien llamado azahar, lo hemos requisado, no porta armas ni teléfonos móviles o cámara alguna, además dice que quiere hablar con ustedes—responde uno de ellos.

Pienso por unos segundos, él es el anfitrión de la fiesta.

— Está bien, que pase—ordeno.

Se corren hacia un lado, dejando ver al hombre que me pidió que bailara en la fiesta. Cabello negro azabache, una barba recortada, piel trigueña y una intensa mirada. Sonríe y deja ver sus perlados dientes.

— Buenos días señora Malik—dice.

— Buenos días también para usted señor azahar—contesto igual.

Doy media vuelta, pero Zayn no está en la cama.

— Zayn sale enseguida, lo invito a que lo espere en el balcón—digo.

— Gracias.

Cierro la puerta a mis espaldas y lo sigo con la mirada, se ve tranquilo y no detalla mucho lo que hay a su alrededor. Se recuesta en la baranda que rodea el balcón ay observa el paisaje. La puerta del baño se abre dejando ver a Zayn, quien tiene su rostro húmedo y mira al hombre algo confundido.

— Es azahar, el anfitrión—recuerdo.

El asiente y abre su boca.

— Los guardias han hecho la requisa respectiva, dijo que quería hablar con nosotros... así que no se—explico.

— Pues hablemos con él—dice.

— Ay pero sécate esa cara—burlo— ¡pareces un pollito mojado!

— gacela—resopla... cuando quería burlarme de él le hablaba en español, a veces perdía la noción y terminaba hablando más de la cuenta.

— Está bien... ver tu cara de confusión me divierte.

Zayn seca su rostro y camina hacia donde está el hombre, se saluda cordialmente y se sientan en las pequeñas sillas, Zayn hace un gesto para que me siente, pero en realidad no tenía muchos ánimos de sentarme y entablar una conversación, sin embargo lo hago. Doy unos pasos, corro la silla y me siento a su lado. El hombre se ve misterioso, y a la vez nervioso, como si estuviera ocultando algo que lo carcomiera por dentro.

— Es un placer hablar con el monarca de Arabia Saudita—espeta.

— Gracias—contesta Zayn—pero por favor llámeme Zayn—pide—después de dos años aun no me acostumbro al nombre del cargo—cuenta.

El rey árabe [Z.M.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora