Lauren
El tiempo pasa muy rápido, creo que con los años será aún más rápido. Tengo ocho meses, siento que es imposible caminar, o que todo lo hago en cámara lenta. Decidimos pasar las vacaciones en mi país, disfrutar un poco del caribe.
— ¡pilas que se hace tarde!—grito para que los niños bajen.
Los tres bajan las escaleras, ya todo el equipaje está en el auto.
— Y después la lento soy yo ve, mira tú esa vaina—me burlo de ellos.
— Solo por una vez, tu eres todas las veces—replica Axel.
— ¿ya están listos?—grita zayn desde afuera.
Todos salimos y abordamos el auto, el vuelo sale en cuarenta minutos y nosotros acá todavía dando vuelta. El trayecto hasta el aeropuerto no es muy largo, llegamos, se paga el taxi y caminamos para registrar el equipaje y pasar por todos los controles establecidos. No demoramos mucho, llegamos a la sala de abordaje y como a los siete minutos hacen el llamado para que subamos al avión. Tomamos nuestros respectivo asientos y abrochamos cinturones... tuve que ajustar el mío como tres tallas más...
— Luces como un niño que destapa su regalo de navidad—dice zayn.
— Ay amor, claro que estoy ansiosa, voy a ir a mi tierra, a donde pertenezco yo—le explico, además te daré una sorpresa.
Las cinco horas de vuelo pasan mientras que disfrutamos de una película y charlamos acerca de cosas sin mucha importancia. Las planicies de Santa Marta ¡la perla de América! se ven, no puedo contener la emoción creo que voy a gritar, es que es inevitable, tenía un buen rato que por acá no me paseaba.
— Es un bonito lugar, ya entiendo porque estas tan enamorada—dice zayn.
— Joda... esto es lo mejor del mundo—le contesto ya en mi idioma.
Nos bajamos del avión y caminamos hasta la sala de equipaje, recogemos las maletas y cuando salimos ahí están todas esas personas ofreciendo tures de hoteles y haciendo ofertas, zayn luce un poco confundido, pero se cómo son estas vainas, te ofrecen el paqueticos y otras cosas y cuando quieres ver le debes hasta el alma, por obvias razones no voy estar en la casa donde me crie, pero zayn me ha complacido y ha comprado un apartamento frente al mar y yo... pues yo compre una cabaña, en la que hare algo especial. Yo paro un taxi y le digo que nos lleve al edificio, donde posteriormente ya hemos hablado y tenemos todos los muebles y todo ese tipo de cosas. La ciudad no es muy grande, pero es acogedora, hay personas de distintas nacionalidades, creo que zayn se adapta bien... pues hay bastantes árabes. El taxi se detiene ¡llegamos carajo! Pago la carrera, bajamos las cosas y la primera que corre al edificio soy yo, tengo las llaves, bueno esto fue como una sorpresa, zayn me dijo minutos antes de salir de casa... yo estaba creída que nos íbamos a quedar en un hotel.
Un muchacho nos ayuda a subir las cosas, le tiro para la gaseosa1 y este pone una sonrisa de oreja a oreja.
Camino hasta el balcón y el brisero se hace presente alborotándome todo el cabello, pero eso me encanta, respirar el aire de mi tierra... no por algo la llaman la brisa loca. Unas manos rodean mi cintura, es zayn.
— ¿te gusta?—pregunta.
— Me fascina, me encanta, estoy maravillada—farfullo.
Doy media vuelta y quedo frente a él. Es tan lindo, me encanta como se le ve la barba y esos ojos avellanas imponentes... amo todo de él.
Le doy un beso en donde nuestras lenguas se compaginan, y sus suaves labios se mueven al ritmo perfecto, hace que tiemblen las piernas. El baja sus manos hasta mi cintura y delinea un poco.
— ¡cochinos! ¡no hagan eso en público!—grita Axel.
Zayn gruñe.
— Yo te pongo un par de años para que estés en esto—le sentencio.
— No seré tan expresivo—rezonga.
— Eso dicen todos—digo.
Axel se marcha y quedamos solos nuevamente.
— Esta noche podemos salir a dar un paseo... solos—susurro a su oído.
— Me parece perfecto—ronronea.
Pasan más o menos dos horas. Le pido a zayn que me acompañe a un lugar, pues tengo que visitar a una persona sumamente especial para mí. Llevamos a Yasser por ser el más pequeño, mientras que Axel y Ariel se quedan en el apartamento haciendo y deshaciendo, lo más probable es que los encuentre hartos de chuchería. Tomamos un taxi y de camino hacia el lugar le pido que pare para comprar unos girasoles.
Finalmente llegamos, el cementerio... uno de los lugares más triste que puede haber en la vida. Pagamos y nos bajamos, es un lugar amplio, algunas tumbas tienen flores, otras están descuidadas, yo siempre procuro que la de mi mamá este en buen estado. Muchos vienen y pasan horas sentados y ponen serenatas... a veces las personas llevan flores porque su arrepentimiento es grande, otras como yo solo las traen como una muestra de agradecimiento. Zayn decide esperarme mientras que yo voy y me tomo unos minutos asolas.
Camino por el gran campo santo, es inevitable que se me agüen los ojos. Llego a la tumba y leo la lápida:
"Alicia Cardona v, porque siempre estarás en nuestros corazones"
Me pongo de rodillas, el agua salada se cuela por mis labios, me hace estremecer.
Abro mis labios y digo:
— No creas que te he olvidado, yo siempre te recuerdo, a donde quiera y vaya... siempre serás mi Alicia adorada, la luz de mis ojos, creía que serias eterna... pero me equivoque, tanto le pedí a Dios y siempre me mando males... aun lo recuerdo como si fuera ayer, esa noche no pude dormir, dure días sin comer, ay Alicia: que tristeza dejas, dolor y guayabo2 en mí, yo te recordare toda la vida, sé que un día nos vamos a encontrar, creí verte muchas veces... no sé si fue verdad, te amo mamá.
Seco mis lágrimas y empiezo a tararear una de las canciones que más le gustaban:
— Oye mi Alicia. Mi Alicia adorara... yo te recuerdo en todas mis parrandas, oye mi Alicia, Alicia querida, yo te recordare toda la vida...
1 propina
2 depende el contexto, guayabo de extrañar a alguien.
ESTÁS LEYENDO
El rey árabe [Z.M.]
Fiksi PenggemarPara entender esta historia es necesario leer lo dos anteriores libro, el príncipe árabe y el regreso del P.A. se prohíbe toda copia, modificacion o adaptación a esta obra, de ser así serán aplicadas las sanciones establecidas en el código penal.